23 abril 2020

A PROPÓSITO DE BENEDETTI



                      


    El pasado 14, nuestra compañera Esperanza Liñán ha comentado el libro Vivir adrede de Mario Benedetti, y su nombre me ha traído a la memoria el de Nacha Guevara, y la necesidad de escribir un pequeño homenaje que los englobe a ambos.
     Mario Benedetti (Uruguay, 1920-2009) publicó en su larga vida numerosos libros de relatos, siete novelas y unos cincuenta poemarios, amén de ensayos y otras colaboraciones periodísticas.
    La dictadura uruguaya de 1975 lo lanzó al exilio: Cuba, Perú, Argentina y, al fin, España, donde vivió  diez años, alejado de su esposa que se quedó en su país cuidando de las madres de ambos.
    Su poesía, sencilla y directa, lo han hecho favorito para ser adaptado por cantantes sociales (Serrat entre otros) y aquí debe aparecer el segundo nombre que cité al principio.
    Nacha Guevara (Argentina, 1940), mujer de producción amplísima, ha hecho teatro cine y televisión, pero para mí es la formidable Nacha a la que conocí a través de los discos que publicó en España, a raíz del gran éxito de su espectáculo teatral “Nacha de noche”. Cantante de amplio registro, capaz de dormirse en un grave y subirse en un inacabable agudo, siempre con una elegancia vocal difícil de igualar. Se exilió en 1975 y a España llegó tres años después para quedarse hasta 1982. A su vuelta a Argentina no dejó de trabajar e innovar, y en este mismo año, cerca de cumplir los 80, ha intervenido en tres series de TV.
    Si he conseguido que les apetezca descubrir su voz y no pueden encontrar ninguno de sus CDs, acudan a ese canal llamado Spotify, escriban su nombre y allá la encontrarán en abundancia.
   Y vamos con la unión Benedetti/Guevara, representada por esta canción cuya música compuso Alberto Favero, compañero de exilio y vida de Nacha, y que tengo por una de más bellas que he oído jamás. La letra, el poema, ahí les va:

    Si te quiero es porque sos / mi amor, mi cómplice y todo /
    y en la calle, codo a codo / somos mucho más que dos.

    Tus manos son mi caricia / mis acordes cotidianos /
    te quiero porque tus manos / trabajan por la justicia.

    Tus ojos son mi conjuro / contra la mala jornada /
    te quiero por tu mirada / que mira y siembra futuro.

    Tu boca que es tuya y mía / tu boca no se equivoca /
    te quiero porque tu boca / sabe gritar rebeldía.

    Y por tu rostro sincero / y tu paso vagabundo /
     y tu llanto por el mundo / porque sos pueblo te quiero.

     Y porque amor no es aureola / ni cándida moraleja
     y porque somos pareja / que sabe que no está sola.

     Te quiero en mi paraíso / es decir, que en mi país /
     la gente viva feliz / aunque no tenga permiso.

     Recopilado por José Ramón Torres Gil, a 21 de abril.

3 comentarios:

  1. Gracias José Ramón por recordarnos ese precioso poema y parte de las vidas de Benedetti y Nacha Guevara. Yo la recuerdo cantándolo como sólo ella sabía hacerlo. También en "No llores por mí Argentina", porque le ponía voz y alma.
    Esperanza.

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  2. De Benedetti lo que más me gusta es: la sencillez en el lenguaje, la sensibilidad y el compromiso,que nunca le ha abandonado.

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  3. Mari Carmen Galvez25 de abril de 2020, 12:37

    Su gran sensibilidad.Y la sensación de paz cuando lo lees

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