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Programa actividades a realizar segundo trimestre 2019
Programa actividades


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1 comentario:

  1. LGTBI EN EL INTERIOR DE LA IGLESIA
    El portavoz de la Conferencia Episcopal, Luís Argüello, con su aspecto de boxeador retirado, hace algunos años pidió disculpas sobre una declaración, donde decía que la Iglesia, a la hora de elegir a los candidatos al sacerdocio, deben ser: “...Varones de sexo varón, de género varón y de orientación sexual que no sea la atracción por el mismo sexo”. O sea que de maricones, nada. Y como disculpándose dijo: “...Si la respuesta ha podido molestar a alguna persona yo, por supuesto, no puedo ni quiero decir que los varones homosexuales no sean perfectamente varones, lo que quiero decir con esta frase poco afortunada era algo más amplio”.
    Y ahora yo me hago la siguiente reflexión: ¿qué van a hacer con los que ya están dentro?, que como saben haberlos háylos, desde hace siglos, donde la mayoría cumple su apostolado como Dios manda y otros, desgraciadamente, dejando mucho que desear con sus deplorables y abominables actuaciones de pederastia.
    Como habrán comprobado, el comentario “ensotanado” se las trae. Así que, a pesar de estar adornada y edulcorada de falso púlpito de iglesia de pueblo chico, restallaron como un latigazo en las conciencias de la buena gente de Iglesia, incluso en los “capillitas-meapilas”.
    Yo creo que el pensamiento de Argüello sobre el sexo y el género, al decir que: “... Se ha elevado a categoría jurídica un sentimiento a la hora de cambiar de sexo y de ir al Registro y decir ahora, yo no me llamo Antonio sino Mari Pili, o Lola”, pudiera ser que se refiriera a que el hombre no es enteramente varón si no es heterosexual. O sea que lo que le cuelga entre las piernas a un heterosexual, debe ser distinto al de un homosexual. ¡Qué lío, no!. Pues yo, ¿qué quieren que les diga?, creo que ese hombre de Dios, NO lleva en absoluto razón. Y si como dice que vive en el siglo XXI, y pertenece a una institución milenaria, (la que algunos dicen que es una multinacional), como muchos de sus colegas de oficio, siguen sin reciclarse a los tiempos que corren.
    También lo que el Papa Francisco dijo: “...Parece que la homosexualidad está de moda y esta mentalidad, de alguna manera, también afecta la vida de la Iglesia...”. Plantea que los controles para acceder al seminario deben ser más estrictos y dejar fuera a los homosexuales, (¿como unos apestados?). Esta frase es contraria a la que pronunció, a bordo de un avión procedente de un viaje pastoral que hizo a Brasil: “Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo”. ¡Hombre, D. Jorge!, aclárese, porque la verdad, con todo el respeto que me merece su cargo, es que no lo entiendo. Usted sabe que la homosexualidad no está de moda, ya que desde el principio de los tiempos siempre ha existido, y existirá, entre las mujeres y los hombres, y debe saber que esa reflexión causó un gran impacto entre la comunidad LGTBI, con profundas creencias religiosas, en todo el mundo; también supuso un terremoto dentro de la propia Iglesia, consolidando el “grupo” gay dentro de algunas congregaciones, y creo que propició “el éxodo de heterosexuales del sacerdocio”.
    Ante todo esto yo, como un españolito normal y corriente, les pido a los representantes de la Iglesia, que antes de hacer declaraciones de ese tipo, que tanto daño hacen a ese colectivo tan denostado y despreciado por una parte de la sociedad, reflexionen sobre lo que tienen en sus filas y actúen, con el “bisturí” del respeto, de la humildad y del amor que Jesucristo predicó hace ahora 2.022 años, que ya ha llovido ¡eh!; y sean buenos y caritativos, mis queridos hermanos de sotana y rezos, y que la paz de Él sea con todos, y muy especialmente con los de ese colectivo. Amén.

    Juan J. Aranda

    La verdad es que no sé si lo he hecho bien. Si ha sido al contrario, pido disculpas.

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