24 enero 2016

SORPRESA, SORPRESA.

El viernes, 22 de Enero, o sea ayer, me esperaba una jornada muy intensa. Debía recibir a mis compañeros de la Federación Andaluza de las Aulas de Mayores o Seniors, como algunos prefieren llamarlas, y a las nueve y media de la mañana estaba esperándolos en la sede de nuestra Asociación, ya que allí teníamos previsto celebrar la Asamblea anual de dicha Federación  y este año habían elegido Málaga para hacerlo.

Fueron llegando desde Córdoba, Sevilla, Granada y el reencuentro con todos ellos resultó muy agradable. Se tomaron varias decisiones, entre ellas el cambio de la presidencia y los despedí muy cerca de las seis de la tarde, porque a las siete estábamos convocados en la cofradía del Estudiante para la conferencia programada por Amaduma que había de presentar nuestro amigo Salvador Jiménez y que resultó tan amena como es habitual en él.

       Resumiendo: cuando regresé a mi casa habían transcurrido doce horas desde que la había dejado. Puse la radio –es mi compañera fiel- y lo primero que escuché me dejó atónita: “Pablo  Iglesias como vicepresidente y seis ministerios para los componentes de Podemos”. ¿Qué había ocurrido en esas horas en este país? La velocidad de los acontecimientos me produjo una especie de vértigo en el estómago. El resumen continuaba en la voz del socialista César Luena: “La actitud de Rajoy  renunciando a presentar su candidatura es la de un “trilero”. ¡Anda, pero si hay más! –me dije-. Y continué con los ojos a cuadros escuchando al presidente en funciones: “Le he hecho saber al Rey que al no contar con los apoyos suficientes declino por el momento presentarme ante el Congreso”. ¡Toma ya!

       Sopesando el desparpajo y la osadía del primer actor, valorando el “cabreo” incontenible del segundo y teniendo en cuenta la actitud circunspecta y astutamente gallega del tercero, mis antenas están ahora más tiesas que un palo, hambrientas por captar cualquier atisbo de ocurrencia de esta clase política que está demostrando tener más capacidad de suspense que la de   Agata Cristie. Y aguardo el desenlace de esta obra de teatro con mayor interés, todavía, con la que esperaba en sus novelas saber finalmente quién era el asesino.

MAYTE TUDEA.




1 comentario:

  1. Mayte, creo que el país entero, aún habiendo escuchado las noticias en su totalidad, sigue igual de expectante que tú... Buenísima reflexión y ojalá tengamos fumata pronto. El problema es la amalgama de colores.

    Esperanza.

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