Artículo publicado en la revista digital The Conversation.
Cuando el pasado mes de julio el diario The New York Times
presentó su lista de los mejores libros publicados en lo que llevamos del siglo XXI, muchas voces se
alzaron para reclamar lo que parecían ausencias sonadas.
La lista del periódico estadounidense solo
incluía seis menciones a escritores latinoamericanos, y dos de esos libros (“La
maravillosa vida breve de Oscar Wao”, de Junot Díaz, y “Fortuna”, de Hernán
Díaz) habían sido escritos originalmente en inglés. Pero nosotros siempre hemos
defendido la potencia, la pluralidad y la riqueza de nuestro idioma como
transmisor de conocimiento.
Así que, para que la representación de la
literatura en español no quedase solo a cargo de quienes habían logrado hacerse
un hueco en aquella selección, contactamos con 38 expertos de diversas
universidades españolas y latinoamericanas para elegir los 20 mejores libros
escritos originalmente en español desde el 1 de enero de 2000.
Les pedimos a nuestros voluntarios que
eligiesen un primer libro y dos menciones. En base a eso elaboramos la lista de
veinte, que hemos preferido no numerar por los diversos empates que se han dado
en ella. Algunos de los autores que votaron los libros elegidos han escrito
unas líneas para explicar qué tiene de especial esa obra. Y al final del
artículo se incluyen todos aquellos números 1 de los seleccionadores que no
entraron en la lista de ningún otro compañero pero que merecieron un primer
puesto en su corazón.
Las listas, al final, más que para establecer
un orden de preferencia o de calidad, sirven para recuperar títulos que algunos
no recordábamos, o que no sabíamos que habían gustado tanto. Nadie duda de la
calidad de los tres primeros seleccionados, que están en boca de todos desde su
publicación, pero algunos de los otros libros seleccionados pueden suponer un
descubrimiento para muchos lectores.
Como siempre sucede con los ránquines, aunque
son todos los que están, por supuesto no están todos los que son.
Crematorio, de Rafael Chirbes
“La
obra de Rafael Chirbes era apreciada por los críticos, pero desconocida en
buena medida por los lectores hasta la aparición de Crematorio, una
novela que anticipó el desastre económico que sufriría el mundo occidental a
inicios del siglo XXI.
En un pueblo inventado de la costa
levantina tiene su emporio comercial el arquitecto Rubén Bertomeu. Su riqueza
se sustenta no solo en el hormigón, sino en inmoralidades públicas y privadas.
Realiza actividades que todos los personajes de su entorno familiar parecen
cuestionar, pero de las que no dudan en aprovecharse al máximo. En el escaso
tiempo que dura el traslado, desde el tanatorio hasta el crematorio, del
cadáver del hermano de Rubén, Matías, todos los personajes, en largos e
intensos monólogos interiores, reflexionan sobre la mezquindad que domina sus
vidas.
Chirbes dibuja el declive de una época y
un país a través de una familia en concreto, porque la destrucción del paisaje
mediterráneo corre en paralelo a la destrucción moral de los Bertomeu”.
José
María Fernández Vázquez, profesor de Literatura Española, Universidad Pablo de
Olavide
pequeñas mujeres rojas, de Marta Sanz
“Esta novela policiaca cuenta la historia
de la saga familiar constituida por Jesús Beato a partir del enriquecimiento
que experimentó con las interesadas delaciones ofrecidas a los falangistas en
el verano de 1936. El estigma de esta familia es la codicia y el crimen
codicioso y las muertes causadas por los Beato alimentan esta trama negra.
La
novela edifica un monumento –no de piedra y no vandalizable– a la memoria y a
la épica de los vencidos y las vencidas (pequeñas mujeres rojas) en la
guerra civil española. Constituye un alarde estilístico, de estructura y de
técnica literaria, que explora los modos de representación de la violencia y
del dolor. Con este fin proyecta la trama sobre el relato fantástico y de
terror, en particular sobre las producciones de la factoría Disney desde los
tiempos clásicos del ‘tío Walt’ a los más recientes de Tim Burton”.
María
Ángeles Naval, catedrática de Literatura española, Universidad de Zaragoza
Lectura fácil, de Cristina Morales
“La
obra de Cristina Morales puede definirse como una apuesta decidida por la
implosión del texto literario convencional. Pocas novelas hispánicas del siglo
XXI llevan más lejos esa demolición que Lectura fácil, de la mano
de sus cuatro voces narrativas y del lenguaje empleado, así como de los
mecanismos y materiales que nutren la trama.
Pero, además, muy pocas de esas ficciones
están insufladas por un propósito tan radical como sería el cuestionamiento de
la noción de "discapacidad intelectual”. Su calado es de orden estético y
ético; su creación, un logro ante el que palidece la cultura más
adocenada".
Rafael
Manuel Mérida Jiménez, catedrático de Literatura española y de estudios de
género, Universitat de Lleida
Las aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara
“Las
aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara, es la primera
novela del siglo XXII.
Lo
mejor no es su reescritura neobarroca, carnavalizada y paródica de la obra
fundacional argentina, El gaucho Martín Fierro, a través de una
prosa lírica salpicada de spanglish, guaraní y una mezcla procaz de
géneros gramaticales, identidades, temporalidades y espacios, sino el genial
hallazgo de que para subvertir el canon –patriarcal, mesocrático y colonial– no
basta con hacer visibles a las autoras y textos olvidados, sino que hay que
travestir la propia ficción y su crítica.
Sólo así el futuro literario será un poco
más transfeminista. Y feliz”.
Ana
Gallego Cuiñas, catedrática de literatura latinoamericana en la Universidad de
Granada, Universidad de Granada
Patria, de Fernando Aramburu
“Patria destaca
por el excelente diseño de los personajes novelescos, la coherencia de su
discurso interior y dialógico con los hechos narrados y por la trabazón de
causas y efectos que permea su evolución. La polifonía del relato se conjuga
magistralmente con la temática, pues aborda de una manera novedosa el tema de
la violencia de ETA, transmitiendo el pensamiento de cada protagonista, sus
creencias, ideas y sentimientos, a la vez que las causas subyacentes y explica
desde su óptica su comportamiento.
Aporta desde la literatura una verdadera
investigación histórica y social al tiempo que consigue emocionar y logra un
disfrute estético e intelectual”.
María
Luzdivina Cuesta Torre, profesora de Literatura española, Universidad de León
(Continuará)
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