Ser positivo, optimista y motivador... antes que negativo
La vida es toda una elección
Había dirigido varias empresas y nunca dudé ponerme al frente de cualquier departamento de ellas. Mi esposa tampoco.
Siempre he estado de buen humor y siempre tengo algo positivo que decir y comunicar a quienes me rodean, pues de hecho, cuando me preguntan… ¿que tal estás?, contesto… ¡ bien ¡. En realidad me encuentro…, bueno, pelillos a la mar, ¡caramba!, que soy un optimista.
Si alguien de los que me rodean tiene un mal día, le hago ver el lado positivo de la situación, aunque le extrañe y crea lo contrario. Constantemente insistiré en lo positivo de las cosas y le cito: Cada día nace una nueva esperanza. Cuando me levanto, tengo dos opciones: estar de buen o mal humor. Yo elijo la primera.
Escoger el lado positivo, en todo caso, no es fácil, claro. Pero cada situación tiene ambas caras y siempre me inclino por la mejor. Es cuestión de elección.
Hace varios años tuve un accidente de tráfico, fue algo inesperado. La elección no tuvo lugar, aquello rompió mi vida sin haber podido seleccionarlo. Durante el periodo de tratamiento busqué el lado positivo de la situación. Reconozco que, después de tantos meses afectado, la búsqueda de la orilla positiva era tremendamente dura.
Llegué a pensar de todo…, incluso… no haber pasado aquel día por el lugar del atropello… Pero con la ayuda de Dios y la de mis seres mas queridos, (mi esposa, ejemplo de abnegación, e hijos) volví a mis convicciones perpetuas, es decir, la búsqueda del perfil positivo de la vida.
Hoy, jubilado y en medio de nuevos acontecimientos y convencido del camino elegido, sigo creyendo en lo positivo de la vida.
La vida es toda una elección
Había dirigido varias empresas y nunca dudé ponerme al frente de cualquier departamento de ellas. Mi esposa tampoco.
Siempre he estado de buen humor y siempre tengo algo positivo que decir y comunicar a quienes me rodean, pues de hecho, cuando me preguntan… ¿que tal estás?, contesto… ¡ bien ¡. En realidad me encuentro…, bueno, pelillos a la mar, ¡caramba!, que soy un optimista.
Si alguien de los que me rodean tiene un mal día, le hago ver el lado positivo de la situación, aunque le extrañe y crea lo contrario. Constantemente insistiré en lo positivo de las cosas y le cito: Cada día nace una nueva esperanza. Cuando me levanto, tengo dos opciones: estar de buen o mal humor. Yo elijo la primera.
Escoger el lado positivo, en todo caso, no es fácil, claro. Pero cada situación tiene ambas caras y siempre me inclino por la mejor. Es cuestión de elección.Hace varios años tuve un accidente de tráfico, fue algo inesperado. La elección no tuvo lugar, aquello rompió mi vida sin haber podido seleccionarlo. Durante el periodo de tratamiento busqué el lado positivo de la situación. Reconozco que, después de tantos meses afectado, la búsqueda de la orilla positiva era tremendamente dura.
Llegué a pensar de todo…, incluso… no haber pasado aquel día por el lugar del atropello… Pero con la ayuda de Dios y la de mis seres mas queridos, (mi esposa, ejemplo de abnegación, e hijos) volví a mis convicciones perpetuas, es decir, la búsqueda del perfil positivo de la vida.
Hoy, jubilado y en medio de nuevos acontecimientos y convencido del camino elegido, sigo creyendo en lo positivo de la vida.
Dedicado a mi esposa, que me sigue y cree y a mis hijos.
Juan Fernández Pacheco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor: Se ruega no utilizar palabras soeces ni insultos ni blasfemias, así todo irá sobre ruedas.
Reservado el derecho de admisión para comentarios.