UN DOLOROSO ADIOS

Cuando hace mas de doce años un grupo de alumnos mayores de la Universidad decidimos crear una Asociación, que aglutinase el espíritu de cultura que nos acompañaba, nunca creí que pudiera dedicar tantos años de mi vida a ese proyecto.

Recuerdo que cuando decidíamos el nombre que ponerle a la Asociación para poder presentarla al Registro de Asociaciones, a mi se me ocurrió el nombre de A.M. A .D. U. M. A., aquello sonó a risa pero en la actualidad ese nombre está reconocido hoy como el mas válido en el sector social al que pertenece.

Cierro los ojos y veo las imágenes del comienzo de nuestro quehacer diario, reuniones en el salón del café Central, en el Ateneo, buscando lugares donde poder dar las conferencias y por fin, el LOCAL, algo extraordinario. Ahora tocaba hacer la obra de albañilería ya que nos entregaron el local en bruto, documentos, planos, permisos, licencias y después de tres meses de trabajo lo acondicionamos, (recuerdo con que orgullo y satisfacción los socios pagamos la derrama para poder acondicionar el local). Después los muebles: sillas, mesas, armarios, estantes, máquina de café, archivo, fotocopiadora, cuadros y un largo etc.
Cuando lo inauguramos fue todo un espectáculo maravilloso, una merienda que nos reunió a los socios en un espíritu de amistad y satisfacción, esa merienda ha quedado instituida y ya van seis las que hemos celebrado.

Cuantos eventos llevamos en estos once años largos: Conferencias, visitas a museos y edificios importantes de la ciudad, comidas de hermandad, loterías con entrega de los beneficios a Cotolengo y al Comedor de Santo Domingo, talleres de psicología, de teatro y de pintura-con la alegre Maruchi, que sabe como nadie darle su toque personal a las clases-, edición de 23 revistas, proyección de cine y un largo etc,

Sobre todo lo dicho los viajes, conocemos casi todos los pueblos andaluces y sus capitales, hemos estado en la Exposición de los Omeyas, en el Quinto Centenario de Carlos V, en la Exposición de Alonso Cano, conocemos casi toda España y por último hemos realizado doce viajes al extranjero: Roma, Paría, Viena, Praga, Moscú, Budapest, Berlín, Ámsterdam, Berna, Londres,San Peterburgo y por último hemos realizado un vuelo transatlántico, a Canadá. Recuerdo con enorme orgullo el viaje a Almería donde celebramos el décimo aniversario de Amaduma, aquella noche-cena fue maravillosa, emotiva y para celebrarlo recibimos un reloj conmemorativo. Recuerdo el reconocimiento público que le hicimos a Mayte, nuestra presidenta, por sus diez años dirigiendo nuestro proyecto.

Nunca he pretendido que nadie me agradeciera la labor que he realizado en Amaduma, la he realizado por que me gusta con mucha satisfacción por mi parte, solo un socio, hace unos meses, se atrevió a poner un panegírico en el Blog de Amaduma con la foto de Antonio. ¡Oh el Blog!, creado de la mano de Andrés y seguido por la de Joaquín, de cuyas valías dan fe las mas de cuarenta mil visitas que ha tenido en estos tres años.

En estos dos últimos años han ocurrido dos incidentes que me hicieron plantearme la salida del cargo, al final los superé, pero hace unos treinta días ocurrieron unos hechos que me han tenido sin dormir, con fiebres, meditando, cavilando, dudando hasta que tomé la decisión de abandonar el panel de mandos y la sala de máquinas del barco, para quedarme como marinero, eso sí, que aplicará siempre su hombro para que la nave llegue a buen puerto.

Pido perdón públicamente a cada uno de los1265 socios, a los que les he entregado el carnet en mano, uno a uno, por si a algún o algunos de ellos les he ofendido o agraviado con mis “repentes”,- Todos los que me conoceís sabeis que mi carácter es franco, abierto y transparente como una patena, sin rencores de ningún tipo.

Y ya para terminar y como no quiero publicar la palabra que aparece en el encabezamiento de este artículo,, deseo decirle a todos los socios y simpatizantes de Amaduma ¡ HASTA SIEMPRE!.

Un fuerte abrazo

Antonio Vázquez Escudero