23 enero 2011

LA CRISIS Y LOS CONTROLADORES

En Marketing se dice que “lo único permanente es el cambio” y este año 2011 debería hacernos cambiar algunas cosas. Y es que al parecer estamos en crisis y aun no nos han pedido que cambiemos. ¿Sabéis de alguien que a estas alturas se haya expresado con claridad si debemos consumir o ahorrar? Mi opinión es que nadie se atreve a pronunciarse. Si consumimos crece la inflación; si ahorramos cae el consumo y en ambos casos el resultado es más paro. Solo tengo claro que no me aclaro. Los sustos los recibimos a diario. Todo ha subido, el recibo de la luz, del gas, los carburantes y los impuestos y todo por sorpresa. Algunos políticos prometen bajarlos y no saben que los impuestos no bajan nunca, todo lo más que hacen es retroceder para tomar carrerilla. Nuestro país ha demostrado, una vez más, un grado de civismo exagerado y asume estoicamente que tiene que hacerle un nuevo agujero al cinturón para apretárselo más.

Aunque no todos están dispuestos a apretárselo. Los controladores aéreos por ejemplo. Ningún colectivo ha logrado atraer tantas antipatías como esta gente. Aducen el altísimo grado de estrés de su profesión, el número de vidas humanas que tienen en sus manos, las horas que trabajan y todo ello para aumentar sus arcas. Como si el conductor de un autobús o de un taxi no estuviese en sus mismas condiciones pero por la décima parte de su sueldo. Por cierto ¿Por qué el gobierno tomó la decisión de publicar el decretazo y militarizarlos precisamente en el puente? ¿Por qué no lo hizo un mes antes o después? Sigo sin aclararme.

El peligro de ésta situación es la tendencia a subvencionarlo casi todo, por lo que propongo que ya puestos a subsidiar ¿Por qué no hacerlo con la sonrisa y los abrazos? Es verdad que la crisis no desaparecería totalmente pero sí que se haría más llevadera. Nos hace falta ilusión y que nos devuelvan la alegría, aunque tuviese algo de falsa, ya que es preferible a una verdadera tristeza. En fin mientras todo esto se aclara, hagamos caso al gallego Castelao «Yo bebo para ahogar las penas, pero las malditas flotan»

Nono Villalta
(Enero 2011)


2 comentarios:

  1. Amigo se le ha olvidado citar a los colegas AZNAR y FELIPE G., que dan ejemplo. Por no hablar del gasto que se incurre con los traductores.

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  2. Alguna culpa tendrán los que los han aupado a este poderío económico. Culpa tendrá la ley que lo sacó de la función pública, laboralizó y permitió que su especial sindicato marcara sus propias normas. Culpa tendrá quién desde hace 20 años no se hayan tomado las medidas, que sí han tomado otros países, para que pudieran tener un relevo en un momento dado. Menos mal que lo último ha salido medio bien, hasta el momento, porque de la responsabilidad de este colectivo en la huelga que mantuvieron antes de las Navidades, hay mucho que hablar.

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