22 enero 2011

LA NATURALEZA HUMANA.

Lo primero fue comer y beber, para vivir/sobrevivir. Teta materna, caza, pesca, agricultura, domesticación de animales,…. Luego vendrían las preguntas filosóficas: ¿Por qué estoy aquí?. ¿De donde vengo?. ¿Qué soy yo/quién soy yo? Vivir, ¿para qué?. ¿Qué sentido tiene la vida?.

“Primum vivere, deinde philosophare”.

Cuando uno está en el pozo lo primero que hace no es preguntar ni preguntarse por qué está ahí y cómo o por qué ha caído, sino que la primera preocupación es salir y cómo salir, para no morir y poder seguir vivo.
Luego, una vez fuera, una vez vivo de nuevo y espantada la muerte, llegarán las preguntas del por qué. Que deberá contestárselas para no caer otra vez.
La historia de la humanidad es la historia de los errores cometidos pero que, al hacerlos conscientes, intentará no volver a cometerlo.

Lo normal es equivocarse ante un cruce de caminos, sin indicaciones. Lo inteligente es darse cuenta de lo errores, reconocerlos y rectificar.

Pero también el hombre antiguo dormía, y, mientras dormía, soñaba. Sueños felices y sueños de terror. Y, sólo al despertar, era consciente que los sueños sueños son. Pero surge la duda de si tendremos como dos vidas paralelas, uno cuando estamos despiertos y otra cuando estamos dormidos. Y la pregunta que surgiría sería si la persona muerte (en sueño permanente) seguiría viviendo, pero otra vida paralela, distinta a ésta.

¿Por qué los antiguos, al mirar las estrellas en el cielo, veían un carnero (Aries), un toro (Tauro), unos peces (Piscis), un cangrejo (Cáncer), un león (Leo), un escorpión (Escorpio), etc, etc, etc,…

Las preguntas sin contestar siempre son molestas, porque están dando vueltas en nuestra cabeza, produciendo inquietud e insatisfacción., son como la espina clavada en el zapato, que en cuanto andas, te molesta, te pica, y tienes que intentar sacarla, para poder caminar tranquilo.
Los hombres somos un tipo de seres que llevamos dentro el vicio de hacer y hacernos preguntas que, muchas veces no tienen solución o respuesta (como las preguntas metafísicas).
Los que creían que existía el Dorado (los pobres)y Jauja (los hambrientos), al menos, en su caminar, descubrieron otras cosas, la ilusión y el tesón por encontrarlos.
Lo que las metas buscadas y deseadas, al final, les dieron, fue el camino, nada más.
Por eso, preguntase por la “naturaleza humana” , QUÉ ES, es como un aguijón que te espolea a responder.
Y el hombre ha dado, a lo largo de la historia, al menos TRES tipos de respuestas:
1.- Respuestas MÍTICAS, que son proyecciones de nuestro modo de querer y odiar, que las hemos puesto en el Olimpo y los dioses han sido los encargados de decirnos qué somos.

2.- Respuestas RELIGIOSAS, que son proyecciones de nuestros miedos y esperanzas ante la contundencia e inevitabilidad de la muerte.

3.- Respuestas CIENTÍFICAS, siempre actuales, pero siempre parciales, incompletas, limitadas, con fecha no escrita de caducidad, condenadas a ser superadas, pero falsables (más que verificables).
Somos seres sociales, lingüísticos, éticos, religiosos,… y desde esas bases, buscamos Respuestas a la pregunta “qué es la naturaleza humana”.
Así, nosotros, ahora, construimos esquemas de inteligibilidad, ya no sobre nuestro no saber (el mito y la creencia, tranquilizantes del no poder descansar), sino sobre lo que sabemos, desde bases científicas diversas: sociología, biología, antropología, química, física, genética.

Nuestra RESPUESTA, hoy, a esa pregunta, debe tener como base las ciencias, y, sobre ellas, montar la interpretación.
No podemos/no debemos hacer antropología al margen de la ciencia o despreciando la ciencia.
Y aunque sabemos que están destinadas a ser superadas, que son falibles, que son incompletas,… pero están preñadas de inteligencia y nos darán una visión del hombre más fiable.

Hoy día (como veremos más adelante) la última (aunque nunca definitiva) respuesta a lo que somos está en las ciencias.
La naturaleza humana está constituida por la totalidad de nuestras características, ancladas en el genoma humano.

¿Qué es un ser humano? La respuesta está en el genoma, que es como la biblioteca de las células, de los 50 millones de millones de células.
PERO, al mismo tiempo, que compartimos una naturaleza común, cada individuo humano tiene su propia naturaleza individual, que es una variedad, individual, de la naturaleza humana.

El QUÉ SOMOS es distinto al QUIÉN SOY. Si TODOS somos hombres, por pertenecer a la misma Especie Humana, CADA UNO es como es, por ser un ejemplar humano.

Aunque haya un texto original común, no hay dos fotocopias iguales.


¡Cuidado con los REDUCCIONISMOS¡. El que lo que el hombre sea, sea el genoma, no podemos concluir que sea SÓLO genoma.

“ “ “ “ “ “ “ “ “ “ “ “ CULTURA “ “ “ “ “ SÓLO cultura.

Tomás Morales Cañedo
Filósofo





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