¡QUÉ DIFÍCIL SER MUJER!

Estos ripios están dedicados a mis nueras, a quienes admiro y que cada día libran la dura batalla de ser mujer.


Ya lo decía mi abuela,
¡qué difícil ser mujer!
me lo cantaba a capela
en mi cunita al nacer.

Y desde niña a mozuela,
y de mozuela a mujer,
y desde madre hasta abuela
¡qué paciencia hay que tener!

Hay que estar siempre compuesta,
mantener esbelto el cuerpo,
y al sacrificio dispuesta,
aunque te cueste un esfuerzo.

Y depilarte las cejas,
y la sombra del embozo,
y las piernas, las axilas
con cera ¡que es ... todo un gozo!
Y disimular las canas,
y mantener limpio el cutis,
y a veces, aunque sin ganas,
por el foro, hacer un mutis.

Y adornarte las orejas,
y dar color a los labios,
y aunque cabra, ser oveja,
por no despertar agravios.

Y si tu mente es fecunda,
disimular con esmero,
“pa” que el pánico no cunda
en el varón, que es primero
en temas de inteligencia,
y atentar contra su ego
es provocar su impotencia.

Si la mujer es casada,
el tema ya se complica,
que no hay carga más pesada,
y a continuación se explica:

Ser contable y cocinera,
ser planchadora y maestra,
pedagoga y costurera,
en psicología diestra,
confidente y enfermera,
y ser esposa y amante,
y entre madres ¡la primera!
y en la profesión, triunfante,
y ser buena compañera,
¡y no hay cuerpo que lo aguante!

Ya lo decía mi abuela,
¡que difícil ser mujer!,
peor que un dolor de muelas,
y me lo dijo al nacer.

Mas he de reconocer
a pesar de cuanto he escrito,
¡me apasiona ser mujer!
y con orgullo me aplico
a mi sexo en ¡defender!


Mayte Tudea
19-Enero-2011.