21 enero 2008

RECORDÁNDOTE ELVIRA

Fuimos cuatro eslabones,

Los que forjaste en tu juventud.

¡Gracias!  ¡Madre!

Por ser nuestro orfebre;

Nuestro mejor modelador, fuiste Tú.

 

En tu escuela aprendimos todos,

Primeros pasos con prontitud.

¡Gracias! ¡Madre!

Por enseñarnos;

Nuestro mejor maestro, fuiste

  Tú.

 

Ese amor por la enseñanza,

A dos de ellos inculcaste tú.

¡Gracias! ¡Madre!

Por seguir tus pasos;

Hoy nuestra labor, eres

Tú.

 

A tu jubilación llegaste

Con alegría y juventud;

¡Gracias! ¡Madre!

Por el palmarés que nos dejaste;

Pero sobre todo Madre,

Por ser, como fluíste

 Tú.

 

 

Maruja Quesada Martín

 

 25 de enero 2008

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