12 enero 2024

LOS RIESGOS DEL SOBREPESO

 

A través de los medios de comunicación (prensa, radio, televisión, Internet, redes sociales, etc.) leemos y escuchamos una información que nos debe hacer reflexionar, por sus graves implicaciones o perjuicios para el mantenimiento de un buen estado de salud. Esa información, regularmente repetida, hace alusión al sobrepeso que soporta un porcentaje elevado de la población. La preocupante cuestión se agudiza cuando ese exceso de peso, penosamente tradicional en las personas mayores, se está trasladando, de igual manera, a la masa social más joven e incluso a los niños. Cada vez hay menos niños “jugando” en las calles, cada vez hay más niños con el trauma del sobrepeso. Los médicos nos lo advierten, de una forma nítida y clara. Ese “estar gordo” carece de beneficio alguno para la salud. Por el contrario, provoca efectos negativos para la mayor parte de nuestro organismo. Tanto de una forma directa, como indirecta. Hay enfermedades que se generan por ese sobrepeso, mientras que otras patologías se agudizan por el mismo motivo. Pensemos también en el perjuicio para la estética corporal.

Los doctores en medicina nos lo explican con meridiana claridad. La mejor solución es “comer menos” y “caminar más”. Nos tenemos que acordar de ese ilustrativo y lúcido dicho de “Menos comida en el plato y más suela en los zapatos”. Otros consejos, más útiles incluso, no hacen tanto “hincapié” en comer “menos” sino en ingerir con una mayor racionalidad. No se olvide tampoco que, en la mayoría de las ocasiones, se come “por aburrimiento” o por un estado de inestabilidad o nerviosismo emocional. Comer menos, evitando esa ansiedad que nos impulsa a ingerir alimentos de una forma erróneamente descontrolada. Pero, sobre todo, fomentando en nosotros la práctica del deporte. ¿Y cuál es la mejor actividad deportiva? Sin duda alguna: el caminar. Así de fácil. Así de sencillo.

Citemos algunos ejemplos, tomados de la vida diaria, que nos deben hacer reflexionar para mejorar en algo nuestro estilo de vida. Son ejemplos visionados aquí en esta bella ciudad, como es Málaga, un día cualquiera, a una hora cualquiera. Dadas las fechas, pues en el tiempo de Navidad.

·        Pasamos, en nuestro diario deambular por la ciudad, por el muy afamado entorno de las churrerías Aranda, gran reclamo turístico para los foráneos y también para los propios malagueños. Puede ser a las 11 de la mañana o a las ocho de la tarde. Observamos que las numerosas mesas de estos establecimientos están repletas de clientes. Y más si cabe, hay muchas familias que están guardando cola, a fin de conseguir alguna mesa que se quede vacía. El objetivo, de unos y otros, es tomar una taza de chocolate caliente (divinal alimento para el paladar) añadiendo el contenido de un gran plato de gruesos churros de masa frita, chorreando aceite. Ese grato espectáculo para el paladar se repite en otras muchas de las horas del día. El nivel de calorías de esa masa frita, bien aceitosa, debe ser indudablemente elevada. Desaconsejable para una buena salud. Una imagen para reflexionar.

 

·        Nos dirigimos ahora a una consulta médica, ubicada en la 2ª planta de un céntrico edificio en nuestra ciudad. Son las 18 horas de una tarde invernal, refrescada por la humedad ambiental. Varias personas, exactamente siete, se juntan delante de la puerta del único ascensor instalado en el veterano inmueble. Son pacientes de mediana edad. No es posible que todos quepan en un habitáculo espacialmente reducido. Ninguno de los que esperaban la llegada del ascensor hizo intento alguno de subir los dos tramos de escaleras a pie. Esa imagen también la hemos visto en nuestro propio domicilio.

 

·        Una tercera imagen, para la reflexión. Tiene lugar una alegre comida de “hermandad”, con motivo de la Navidad. O tal vez se esté celebrando un bautizo, una boda o una separación o divorcio. Se observa cómo los camareros van retirando los platos principales, para servir los postres. En dichos platos retirados van abundantes restos de carne o pescado. Cuando lo hacen con los postres, hay abundantes restos de trozos de tarta intensamente ennatada. Igual ocurrió al principio con esos abundantes entremeses ibéricos, verdaderamente apetitosos, pero densificados en grasas saturadas. Si los platos, cuando son retirados, llevan tan abundante contenido desperdiciado, cabe preguntarse qué cantidad habrán ingerido los gozosos comensales, para que no puedan completar tan opíparo ágape. Las botellas de vino que permanecen vacías, encima de las mesas, también nos indican el grado alcohólico que puede alcanzar la sangre de esos asistentes al feliz evento.

 

·        Vamos paseando a través del laberinto urbano. Como peatones, utilizamos lógicamente las aceras de las arterias viales. Vemos y “sufrimos” la realidad densificada de las patinetas eléctricas, que “se multiplican” de manera incesante. Sus usuarios circulan mayoritariamente por las aceras, estén o no señalizadas para tan función. Encima de esos patinetes van, especialmente, jóvenes, más o menos adolescentes. En ocasiones observamos como dos jóvenes se “acomodan” encima del mismo patinete. Entendemos que esos vehículos, que pueden alcanzar hasta más de 20 km/h en velocidad, no son utilizados para un momento ocasional, sino para uso cotidiano. Son personas que por su edad están en la “flor de la vida”, en cuanto a su vitalidad. No experimentan o eluden el placer o la necesidad de caminar. Son muchos los que circulan a una velocidad inadecuada y peligrosa, pues por las aceras caminan muchas personas y de edad avanzada.

 

·        En lugares estratégicos, en la planimetría urbana de nuestra ciudad, el Ayuntamiento ha instalado centros polideportivos, regentados por empresas especializadas en tal función. La cuota mensual para hacer uso de estos centros polideportivos no es especialmente elevada, de manera especial para las personas que han alcanzado su edad de jubilación. Allí se puede realizar la práctica del deporte que más nos favorezca y agrade. En estos centros no faltan una gran piscina climatizada (con 8 calles), con otra zona hídrica de jacuzzi y sauna. El usuario puede utilizar decenas de máquinas para fortalecer la musculatura, dirigidas por personal especializado. También hay actividades grupales de yoga, pilates y gimnasia interactiva. Los niños tienen también actividades específicas, siempre dirigidas por personal cualificado. El horario para el uso de las instalaciones es muy flexible, continuo desde la mañana hasta la noche. Los domingos y festivos, hasta las 15 horas. Es un comunitario servicio que ayuda notablemente a mejorar la salud de la ciudadanía. Los servicios municipales aún deberían reducir más el precio para colectivos de pensión reducida o en paro.



Después de este gran paseo, necesariamente reflexivo, por distintas zonas de nuestra ciudad, debemos reafirmar algunas ideas o propósitos ya expuestos: “mientras puedas caminar, camina”. Cuando se está aburrido no es inteligente permanecer en casa, es mejor salir a la calle, evitando la tentación de acudir al frigorífico o a la alacena. La distracción evita o compensa la necesidad de comer. En cuando a las madres, aquella tradicional frase de “estoy preocupada porque mi “niño” no engorda”, deben cambiarla por “estoy preocupada, porque mi niño está cogiendo sobrepeso”. 

 

José L. Casado Toro

Diciembre 2023


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