20 octubre 2023

RINCÓN MUSICAL: FELIX MENDELSSOHN

 

Jakob Ludwig Felix Mendelssohn Bartholdy (Hamburgo, 3 de febrero de 1809-Leipzig, 4 de noviembre de 1847), fue un compositor, director de orquesta y pianista de música romántica alemán, y hermano de la también pianista y compositora Fanny Mendelssohn.

Nieto del filósofo Moses Mendelssohn había nacido en el seno de una destacada familia judía que más tarde se convirtió al luteranismo, adoptando el apellido Mendelssohn-Bartholdy.

En 1811, cuando Felix tenía dos años, su familia se trasladó a Berlin, donde creció y se educó dentro de un entorno de gran influencia intelectual.

 Aparte de la música, la educación de Mendelssohn incluyó el arte, la literatura, idiomas y filosofía. Era un artista experto con el lápiz y la acuarela; hablaba (aparte de su alemán nativo) inglés, italiano y latín. Estaba interesado en la literatura clásica; tradujo la comedia Andria de Publio Terencio Africano.

Robert Shumann definió a Felix Mendelssohn como «el Mozart del siglo XIX, el músico más claro, el primero que ha sabido ver y conciliar las contradicciones de toda una época». No le faltaba razón: su música, de una gran perfección técnica y formal, es una espléndida síntesis de elementos clásicos y románticos. Romántico que cultivaba un estilo clásico o clásico que reflejaba una expresividad romántica, Mendelssohn fue uno de los músicos más influyentes y destacados del romanticismo.

Probablemente la primera aparición pública de Mendelssohn fue cuando tenía nueve años durante un concierto de música de cámara. Cuando era adolescente, a menudo interpretaba sus propias obras en casa, acompañado de una orquesta privada, para los socios de sus padres y la élite intelectual de Berlín. También fue un compositor prolífico; a los diez años comenzó a componer y a los quince ya había escrito más de 15 obras.

En 1825, a la edad de 16 años, escribió su Octeto en mi mayor”. Este octeto y su obertura del concierto “El sueño de una noche de verano”, basada en la obra homónima de William Shakespeare   y que escribió un año más tarde, son probablemente las más famosas de su adolescencia. Escribió la música incidental para la obra 16 años más tarde, en 1842, incluyendo la famosa Marcha Nupcial.

Tras su temprano éxito en Alemania, realizó  giras por Europa como pianista y director, sobre todo por Inglaterra, donde era muy admirado por la reina Victoria y el príncipe Alberto.

Fundó el Conservatorio de Leipzig, que se convirtió en un bastión de su lucha contra las perspectivas musicales radicales de algunos de sus contemporáneos.

Las obras de Mendelssohn incluyen sinfonías, conciertos, oratorios, oberturas, música incidental, música para piano, música para órgano y música de cámara. También tuvo un importante papel en el resurgimiento del interés en la obra de Johann Sebastian Bach.

Su romanticismo se aprecia con claridad en el uso del color orquestal y en su tendencia hacia una música programática que describe lugares, sucesos o personas. Desde el punto de vista estructural Mendelssohn utiliza las formas musicales clásicas con un lirismo, una elegancia y un lenguaje armónico que le sitúa entre los compositores más conservadores de su época. En ocasiones al caracterizar el estilo de Mendelssohn suele insistirse en esta última circunstancia, su apego a la forma y a los valores musicales heredados. Por esto, la crítica suele clasificarlo entre los que llama “clásicos-románticos”. Espontaneidad, delicadeza y mesura dominan la música de este extraordinario artista.

 Sus gustos musicales, esencialmente conservadores, lo separaron de muchos de sus contemporáneos más aventurados, como Franz Liszt, Richard Wagner o Hector Berlioz.

Después de un largo periodo de denigración debido al cambio de los gustos musicales y, probablemente, al antisemitismo imperante a finales del siglo XIX y comienzos del XX, su originalidad creativa es hoy bien reconocida, convirtiéndose  en uno de los compositores más populares del periodo romántico.

 

LA MARCHA NUPCIAL DE FELIX MENDELSSOHN

“La marcha nupcial” (1842) fue creada, no para la celebración de una boda, sino que forma parte de la ópera, “El sueño de una noche de verano”. Esta ópera está basada, como ya se ha comentado, en la obra del mismo nombre de William Shakespeare.

La marcha nupcial hace aparición en el tercer acto de la ópera, a medida que el coro canta para celebrar el enlace entre los protagonistas, Elsa y Lohengrin. Destaca por su entonación alegre y festiva, en un ambiente que invita al baile y al tradicional convite.

Se hizo popularmente famosa cuando sonó en la boda real de Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha y el futuro Federico III de Prusia, exactamente el 25 de enero de 1858. La madre de la novia, la reina Victoria, era admiradora de Mendelssohn.

Después de esa boda tan popular, los ciudadanos no dudaron en imitar la melodía del enlace real, hasta que ha dado la vuelta al mundo. Así, esta pieza tan sublime, no puede faltar en los enlaces, siendo perfecta su  música para bodas civiles y religiosas.

Esperamos que os guste.






Nuni Yáñez y José Ramón Vega.


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