Jakob
Ludwig Felix Mendelssohn Bartholdy (Hamburgo, 3 de
febrero de 1809-Leipzig, 4 de noviembre de 1847), fue un compositor, director
de orquesta y pianista de música romántica alemán, y hermano de la también
pianista y compositora Fanny Mendelssohn.
Nieto del filósofo
Moses Mendelssohn había nacido en el seno de una destacada familia judía que
más tarde se convirtió al luteranismo, adoptando el apellido
Mendelssohn-Bartholdy.
En 1811, cuando Felix
tenía dos años, su familia se trasladó a Berlin, donde creció y se educó dentro
de un entorno de gran influencia intelectual.
Aparte de la música, la educación de
Mendelssohn incluyó el arte, la literatura, idiomas y filosofía. Era un
artista experto con el lápiz y la acuarela; hablaba (aparte de su alemán nativo)
inglés, italiano y latín. Estaba interesado en la literatura clásica; tradujo
la comedia Andria de Publio Terencio Africano.
Robert Shumann definió
a Felix Mendelssohn como «el Mozart del siglo XIX, el músico más claro, el
primero que ha sabido ver y conciliar las contradicciones de toda una época».
No le faltaba razón: su música, de una gran perfección técnica y formal, es una
espléndida síntesis de elementos clásicos y románticos. Romántico que cultivaba
un estilo clásico o clásico que reflejaba una expresividad romántica,
Mendelssohn fue uno de los músicos más influyentes y destacados del
romanticismo.
Probablemente la
primera aparición pública de Mendelssohn fue cuando tenía nueve años durante un
concierto de música de cámara. Cuando era adolescente,
a menudo interpretaba sus propias obras en casa, acompañado de una orquesta
privada, para los socios de sus padres y la élite intelectual de Berlín.
También fue un compositor prolífico; a los diez años comenzó a componer y a los
quince ya había escrito más de 15 obras.
En 1825, a la edad de
16 años, escribió su “Octeto en mi mayor”. Este octeto y
su obertura del concierto “El sueño de una noche de verano”,
basada en la obra homónima de William Shakespeare y
que escribió un año más tarde, son probablemente las más famosas de su
adolescencia. Escribió la música incidental para la obra 16 años más
tarde, en 1842, incluyendo la famosa Marcha Nupcial.
Tras su temprano
éxito en Alemania, realizó giras por
Europa como pianista y director, sobre todo por Inglaterra, donde era muy
admirado por la reina Victoria y el príncipe Alberto.
Fundó el
Conservatorio de Leipzig, que se convirtió en un bastión de su lucha contra las
perspectivas musicales radicales de algunos de sus contemporáneos.
Las obras de Mendelssohn
incluyen sinfonías, conciertos, oratorios, oberturas, música incidental, música
para piano, música para órgano y música de cámara. También tuvo un importante
papel en el resurgimiento del interés en la obra de Johann Sebastian Bach.
Su romanticismo se
aprecia con claridad en el uso del color orquestal y en su tendencia hacia una
música programática que describe lugares, sucesos o personas. Desde el punto de
vista estructural Mendelssohn utiliza las formas musicales clásicas con un
lirismo, una elegancia y un lenguaje armónico que le sitúa entre los
compositores más conservadores de su época. En ocasiones al caracterizar el
estilo de Mendelssohn suele insistirse en esta última circunstancia, su apego a
la forma y a los valores musicales heredados. Por esto, la crítica suele
clasificarlo entre los que llama “clásicos-románticos”. Espontaneidad,
delicadeza y mesura dominan la música de este extraordinario artista.
Sus gustos musicales, esencialmente
conservadores, lo separaron de muchos de sus contemporáneos más aventurados,
como Franz Liszt, Richard Wagner o Hector Berlioz.
Después de un largo
periodo de denigración debido al cambio de los gustos musicales y, probablemente,
al antisemitismo imperante a finales del siglo XIX y comienzos del XX, su
originalidad creativa es hoy bien reconocida, convirtiéndose en uno de los compositores más populares del
periodo romántico.
LA
MARCHA NUPCIAL DE FELIX MENDELSSOHN
“La
marcha nupcial” (1842) fue creada, no para la celebración
de una boda, sino que forma parte de la ópera, “El sueño de una noche de verano”.
Esta ópera está basada, como ya se ha comentado, en la obra del mismo nombre de
William Shakespeare.
La marcha nupcial
hace aparición en el tercer acto de la ópera, a medida que el coro canta
para celebrar el enlace entre los protagonistas, Elsa y Lohengrin. Destaca por su entonación alegre y festiva, en un
ambiente que invita al baile y al tradicional convite.
Se hizo popularmente
famosa cuando sonó en la boda real de Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha y
el futuro Federico III de Prusia, exactamente el 25 de enero de 1858.
La madre de la novia, la reina Victoria, era admiradora de Mendelssohn.
Después de esa boda
tan popular, los ciudadanos no dudaron en imitar la melodía del enlace real,
hasta que ha dado la vuelta al mundo. Así, esta pieza tan sublime, no puede
faltar en los enlaces, siendo perfecta su
música
para bodas civiles y religiosas.
Esperamos que os guste.
Nuni Yáñez y José Ramón Vega.
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