17 junio 2023

UN POEMA PARA EL SÁBADO: DELMIRA AGUSTINI

 

El intruso

 

Amor, la noche estaba trágica y sollozante
cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura;
luego, la puerta abierta sobre la sombra helante,
tu forma fue una mancha de luz y de blancura.

Todo aquí lo alumbraron tus ojos de diamante;
bebieron en mi copa tus labios de frescura;
y descansó en mi almohada tu cabeza fragante;
me encantó tu descaro y adoré tu locura.

¡Y hoy río si tú ríes, y canto si tú cantas;
y si duermes, duermo como un perro a tus plantas!
¡Hoy llevo hasta en mi sombra tu olor de primavera;

y tiemblo si tu mano toca la cerradura;
y bendigo la noche sollozante y oscura
que floreció en mi vida tu boca tempranera!

 

Delmira Agustini (Montevideo, 1886-1914) es una de las poetas más representativas de la poesía hispanoamericana del siglo XX. Admirada por su talento y por la sensualidad de sus versos, su prematura y trágica muerte hace de ella toda una leyenda.

Desde muy corta edad incursionó en el campo poético publicando su primer poemario, El libro blanco en (1907).

Luego aparecieron Cantos de la mañana (1910) y Los cálices vacíos (1913).

La poesía de Agustini ocupa un lugar importante en la literatura femenina latinoamericana del Modernismo, mayormente dominada por hombres. La retórica modernista de Delmira Agustini va dejando paso a una nueva visión del lenguaje erótico, del deseo femenino, algo  que chocó con los códigos tradicionales de su entorno, pero  que fue creando una escuela entre las voces femeninas.

Contrajo matrimonio en 1913, aunque a los dos meses ya había fracasado. Un año después, en 1914, murió asesinada por su marido quien se suicidó después.

Después de su muerte se publicaron dos composiciones más: El rosario de Eros Los astros del abismo. Ya en 1969 se publicó su Correspondencia íntima.


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