15 abril 2023

LAS MEZQUITAS FUNERARIAS DE CALLE AGUA

 



A finales de los años 80, en lo que iba a convertirse en el aparcamiento de un bloque de pisos, en el número 22 de calle Agua, una callecita perpendicular a la calle de la Victoria de Málaga, se desenterró un gran tesoro arqueológico: dos mezquitas funerarias, parte de un mausoleo y oratorios funerarios pertenecientes a la necrópolis islámica de Yabal-Faruh, considerada como la más grande de Al-Andalus, tanto por espacio como por su densidad de enterramientos.

Fue a finales del siglo XI cuando se creó esta nueva necrópolis de Yabal–Faruh (hay otras necrópolis islámicas en Málaga), situada en las faldas del  monte Gibralfaro, y se mantendrá su uso hasta el siglo XV.

La singularidad de estas mezquitas funerarias  radica en que no son lugares de oración, sino que son lugares de inhumación. En los sondeos arqueológicos se llegaron a encontrar hasta cuatro niveles de enterramientos.

Las dos mezquitas y el panteón funerario,  excepcionales por su valía y singularidad, fueron construidas aproximadamente entre el siglo XII y principios del siglo XIII, aunque siguieron utilizándose como lugar de enterramiento hasta la época nazarí. Son edificaciones de planta cuadrangular, con una sola nave y  realizadas con sillares de arenisca a soga y tizón. En ellas se pueden apreciar casi todos sus muros de tapial, de  un metro y medio de altura aproximadamente, y el mihrab (nicho curvo) en el muro de la quibla (el que marca la dirección a la Meca). Carecen de techo de acuerdo con la doctrina musulmana de no edificar sobre las tumbas. El buen estado de conservación del descubrimiento aportó datos muy relevantes sobre los enterramientos islámicos.


En el panteón se distinguen curiosas decoraciones en yeso propias del Islam, como estrellas de ocho puntas, octógonos  y el árbol de la vida.

A pesar del descubrimiento y de su importancia, ya que estas  dos mezquitas funerarias son las únicas que se conocen hasta el momento en España, la obra siguió adelante. 35 años después y tras múltiples obstáculos, por fin son visitables. La Junta de Andalucía compró el sótano del edificio para salvaguardar el yacimiento, y ya en 2002 se acometieron las obras de restauración y acondicionamiento para su visita, según el proyecto del arquitecto Ciro de la Torre

Este nuevo espacio expositivo de Málaga, está situado en el sótano del número 22 de calle Agua. Las nuevas obras de adecuación del espacio, proyectadas por la Consejería de Cultura, han sido diseñadas por el arquitecto Ignacio Dorao. Además, se ha modificado  la fachada del edificio para dar una mayor visibilidad a este espacio arqueológico que, por sus reducidas dimensiones, solo podrá ser visitado por grupos reducidos  y previa cita.




El recinto cuenta con 500 metros cuadrados aproximadamente, de los que casi 200 corresponden a los restos arqueológicos. Además de una serie de murales sobre el mundo funerario musulmán, elaborados según las instrucciones del profesor de la UMA Manuel Acién, hay construido un circuito con rejillas y barandillas, de manera que el visitante puede observar de cerca las estructuras de las mezquitas o el zócalo decorado del panteón y del resto de tumbas.

Un tesoro escondido que merece la pena visitar.

José Ramón Vega

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