A
tenor de los comentarios que escuchamos y leemos, son muchas las personas que
soportar un cierto hartazgo por la “inflación”
continua de información política. Entre otras razones, porque los
contenidos que se ofrecen vienen usualmente condicionados por las líneas
ideológicas que prevalecen en los diferentes canales informativos que las
emiten, ya sean visuales, orales o escritos. Ello genera esos comentarios, en
la línea de “cuando comienzan los telediarios o los programas informativos
radiofónicos, de manera mecánica cambio el canal de la televisión o el dial de
la radio. Algo parecido sucede con las numerosas páginas de información
política que los periódicos de difusión nacional, regional o local ofrecen diariamente
a sus lectores. Aparte de la ideología, en ocasiones un tanto “sectaria”,
subyacente en cada medio de difusión, en general suele percibirse en esos
contenidos que escuchamos o leemos, una sucesión de
“malas noticias”, por muy basadas que estén en la realidad, que se
repiten con cansina y desesperante rutina. Todo ello provoca o influye en esa
humana reacción de “pasar página” o “cambiar de dial o cadena”.
Sin
embargo, no es menos cierto que un ciudadano responsable, cívicamente
comprometido, no puede o debe renunciar a ese primordial principio de “estar bien informado” acerca de la situación
sociopolítica del país en el que reside, tanto en lo nacional, como en lo regional
o local/municipal.
En
esta contradictoria tesitura, los lectores pueden contar, en la actualidad, con
la muy útil ayuda de las NEWSLETTERS que,
haciendo una traducción literal, significaría Cartas de noticias, aunque lo
entenderemos mejor por Boletines informativos. Se trata de una información,
brevemente comentada, de las más relevantes noticias del día, tanto en el
ámbito sociopolítico, pero también en el cultural y científico. Las ventajas de
su concepción y diseño son muy relevantes, como más adelante comentaremos.
Los
principales periódicos, nacionales o locales, también aquéllos que trabajan o
se difunden con un formato on-line digital, envían esas newsletters cada
mañana, entre lunes y viernes, a los buzones de correo electrónico que se les
hayan facilitado por parte de los interesados en las mismas. Este servicio es
realizado de manera absolutamente gratuita. Esos preciados archivos suelen
llegar a nuestros ordenadores alrededor de las 7:30 de cada mañana.
La
rápida (o más lenta) lectura de ese par de páginas ofrece al lector interesado
una información básica de aquellos temas y asuntos más relevantes de día y que
afectan a la vida social, política, económica y cultural, tanto del país como
de los hechos más destacados a nivel internacional. Todo ello con una ventaja
añadida, además de la gratuidad. En el contenido de esa síntesis informativa, aparecen
palabras o frases resaltadas en negrita o en azul que,
una vez pulsadas, trasladan de inmediato al lector a una información más amplia
y detallada de la temática correspondiente.
Aparece
de inmediato una razonable pregunta: ¿Qué interés
mueve a esas importantes empresas periodísticas que ofrecen gratis las
newsletters? ¿qué tratan de conseguir, al enviarte esos resúmenes
informativos al escritorio de tu ordenador? Obviamente tratan de incentivar al
afortunado lector de las newsletters para que se suscriba a la edición digital
del diario. Esas posibles suscripciones están ofertadas a través de diferentes
paquetes económicos y de duración variable. En general, durante los primeros
meses los suscriptores sólo habrán de pagar precios muy económicos, coste que
se irá incrementando a medida a medida que finalice el tiempo de la oferta. Algunos
de estos boletines añaden también alguna publicidad, desde luego no exhaustiva.
Pero, y es de agradecer, hasta el momento las distintas cabeceras de prensa no
están cobrando por este interesante esfuerzo informativo.
¿Es complicado o difícil apuntarse a ese programa de newsletters?
En absoluto. Entrando en la página web del
grupo mediático, se llega fácilmente a las newsletters. Se rellenan en escasos
segundos los datos básicos del interesado (nombre, dirección electrónica)
aunque algunos diarios amplían sus requerimientos informativos. Hay otra forma
aún más simple de acceder a estos archivos diarios. El camino es a través de
ese buscador universal Google. Se escribe esta simple frase: Newslettrers del
periódico de tu preferencia “ideológica”:
___________________. Entrarás de inmediato a la Newsletters del día,
preguntándote al final de su recorrido o contenido si deseas seguir recibiendo
esta preciada información.
Las indudables ventajas
de recibir estos archivos son
bastante motivadoras. La primera consecuencia es, hay que repetirla, el estar
bien informado de los hechos más relevantes de la jornada anterior o del día. A
ese superior beneficio se añade la de realizar una lectura de las noticias más
relevantes en un tiempo jugosamente reducido. Como ya se ha expresado, se
pueden ampliar los contenidos sintéticamente expuestos, pinchando con el
“ratón” o mouse las palabras destacadas en color. Normalmente el periódico añade, a lo largo de la jornada, otras
“entradas” para ampliar las noticias de mayor impacto. Y todo ello, sin que
medie gravamen económico. No se puede descartar que algún día estas
informaciones resumidas se envíen a cambio de algún aporte económico. Pero
hasta la fecha ello no ha sucedido.
Resumiendo, el lector interesado tiene en su
mano el acceso a una ágil, agradable, sintética y económica forma de estar bien
informado de “lo que ocurre”. Siempre en función de los medios de prensa a
quienes se les haya facilitado la correspondiente dirección electrónica, porque
sea atrayente su línea editorial. Y, como en todas las oportunidades, hay que
saber bien aprovecharlas, con mesura, prudencia y racionalidad. –
José L. Casado Toro
Abril 2023
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