Artículo de María Dolores Castillo Bilbao, Investigadora Científica del CSIC,
Bioquímica y Dra. en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, CIAL-CSIC Instituto
de Investigación en Ciencias de la Alimentación y María Luz Fernández, University de Connecticut, Publicado en la
revista digital The Conversation.
¿Alguna vez ha dejado de comer huevo porque
piensa que puede afectar negativamente a su salud cardiovascular? Es cierto que
los huevos contienen colesterol (aproximadamente 210 miligramos por unidad),
pero también son una fuente insuperable de nutrientes.
Este alimento
presenta un alto contenido de vitaminas y minerales que son esenciales para su
salud (Tabla 1). Su incorporación en una dieta balanceada es esencial
para reducir el riesgo
de muchas patologías y lograr una recuperación adecuada tras la
enfermedad.
Los huevos contienen dos carotenoides llamados
luteína y zeaxantina. Estos compuestos son captados por la mácula del ojo
protegiéndola de su degeneración y el desarrollo de cataratas. Los huevos
también contienen colina, que es un componente esencial para la memoria en
todas las edades, desde el feto hasta el anciano adulto.
En estudios realizados por nuestro grupo,
los voluntarios de distintas poblaciones (niños, adultos jóvenes y mayores,
individuos a régimen para perder peso, prediabéticos, diabéticos y otros) consumieron entre 2 y 3 huevos
por día.
Se observó que las
dos terceras partes de los individuos no incrementaron los niveles de
colesterol en sangre tras un mes de tratamiento. Los individuos en los que se
observó un incremento de este parámetro mostraron un aumento en los valores
tanto de LDL (colesterol malo) y HDL (colesterol bueno) de tal manera que el
riesgo de enfermedades cardiovasculares no cambió. En otro estudio en que los
sujetos consumieron un
huevo por día, se encontró únicamente un incremento en los valores de
colesterol bueno (HDL).
Estos resultados
indican que no debemos preocuparnos acerca del consumo de huevo y el riesgo de
enfermedades cardiovasculares.
Estudios
epidemiológicos también han demostrado que el consumo de huevo no está
asociado a un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Al hacer los
análisis, los investigadores encontraron que tanto si un individuo consume un
huevo por semana como si lo consume a diario, el riesgo de desarrollar
enfermedades cardiovasculares es el mismo.
Por ese motivo los
países de Europa, así como India, Corea, Australia, Nueva Zelanda y Canadá,
entre otros, no tienen recomendaciones de colesterol en la dieta.
Recientemente, en las guías dietéticas de USDA (Departamento de Agricultura de
los Estados Unidos) se
ha eliminado el límite superior del consumo de colesterol
¿Qué significa esto?
Pues que no hay restricciones de consumo y que las políticas de estos países y
de Estados Unidos están de acuerdo en que se puede comer huevo diariamente sin
ningún riesgo para la salud cardiovascular.
La
importancia de comer bien contra la covid-19
Los
resultados preliminares del estudio Nutricovid realizado por el grupo
de trabajo de Nutrición de la Sociedad de Endocrinología, Nutrición y Diabetes
de la Comunidad de Madrid (Sendimad) indican que la infección por SARS-CoV-2
afecta al estado nutricional, funcional y a la calidad de vida de los pacientes
con un pronóstico grave que requieren ingreso en la UCI.
El estudio se ha
realizado con la participación de 16 hospitales de la Comunidad de Madrid y un
total de 199 pacientes. Los resultados preliminares de este estudio apuntan a
que los pacientes con covid-19 presentan un riesgo nutricional desde que se
inicia la infección.
Por lo tanto, los
autores de esta investigación concluyen que el tratamiento nutricional es una
parte fundamental de su cuidado para la recuperación. El huevo es una fuente
importante de nutrientes que pueden ser de ayuda en este sentido. Estas
recomendaciones están en línea con las propuestas por otros expertos.
La Sociedad Española
de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (SEIOMM) se
ha hecho eco de la relación que existe entre el nivel de vitamina D y
el pronóstico de la covid-19, no necesariamente causal. Por eso ha propuesto el
empleo de la vitamina, teniendo en cuenta el umbral de seguridad de 10 000
UI/día de colecalciferol o 4 000 UI/día de calcifediol.
Por otra parte, la
deficiencia de este nutriente esencial se asocia al riesgo de otras
enfermedades crónicas tales como hipertensión, enfermedad cardiovascular,
diabetes, algunos tipos de cáncer y sobrepeso y obesidad. Todas estas se han
asociado con una progresión grave en caso de infección por SARS-CoV-2.
Algunos estudios
preliminares apoyan la relación entre la deficiencia de vitamina D, la
edad y una infección severa por covid-19, sugiriendo que la deficiencia de la
vitamina podría tener un mayor impacto en los jóvenes.
A pesar de que esta
vitamina puede sintetizarse por la exposición al sol y puede ser suplementada
como fármaco, la contribución a través de la dieta es fundamental y la vía más
segura para reducir el riesgo de su deficiencia.
Entre los alimentos
que se consideran fuente natural de vitamina D destacan los pescados grasos y
el huevo (Tabla 1). Estudios previos realizados
por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid sugieren que los
huevos son la segunda fuente más importante de vitamina D de la población adulta
de la región precedidos por el pescado y seguidos por los productos lácteos,
cereales, aceites y carnes.
En estudios
realizados por estos mismos investigadores en escolares se observó que la mayor
parte de la vitamina D de la dieta procedía de los huevos, seguidos de los
cereales, pescados y lácteos. El pescado, a pesar de que es una fuente
principal de vitamina D, es un alimento que es rechazado por los más jóvenes y
algunos adultos por su sabor, textura y presencia de espinas.
En consecuencia, para
no tener que recurrir a los suplementos farmacéuticos, el huevo sería la mejor
fuente dietética de vitamina D para la población infantil y adulta.
La
importancia durante el embarazo
Las mujeres
embarazadas deben consumir huevo para proveer al futuro niño con colina, que
ayuda al desarrollo del cerebro y con todas las vitaminas que el huevo tiene.
Los niños se benefician de consumir huevo por los mismos nutrientes, colina y
vitaminas. Los adultos, al consumir la luteína y zeaxantina, previenen el
desarrollo de la degeneración macular y de las cataratas en años posteriores.
Las personas mayores
se benefician de consumir el huevo porque es una fuente muy importante de
proteína que protege contra sarcopenia o perdida muscular. Los ancianos se
benefician también de luteína y zeaxantina, puesto que la degeneración macular
es reversible y la colina ayuda a conservar la memoria. El huevo contiene
además ácidos grasos omega 6 y 3 que intervienen en la salud visual y mental.
No hay evidencias
científicas que apoyen una asociación entre la ingesta del huevo y el aumento
del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Al contrario. Los huevos son
fuentes de nutrientes y de otros componentes bioactivos que protegen contra el
riesgo de padecer enfermedades no trasmisibles e infecciosas y contra las
consecuencias negativas para la salud de padecer estas patologías. Refuerce su
estado nutricional con la incorporación de huevos en su dieta diaria
balanceada.
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