01 abril 2022

RECURSOS NECESARIOS PARA TIEMPOS NUBLADOS

 

Vivimos, a no dudar, tiempos difíciles e ingratos de infortunadas noticias que ensombrecen el ánimo. Ante esta prolongada situación, día tras día tenemos que buscar o improvisar, tanto en lo individual como en lo colectivo, medios o recursos “oxigenantes” que nos iluminen y ayuden a pasar el mal trago de una etapa, ausente de suerte, generosidad y racionalidad. No es el caso de volver a citar esas degradantes realidades que generan preocupación, tristeza y ausencia de sonrisas. Se nos repiten y visualizan con tozudez en los telediarios de todas las cadenas de televisión, en las páginas de la prensa, escrita o en las ondas radiofónicas, en los comentarios y diálogos cotidianos con familiares, amigos, compañeros y convecinos. Sería un error volver a reiterarlas, porque incrementan el desánimo y manifiestan nuestra evidente impotencia. La ciudadanía de “a pie”, con su mejor voluntad e inteligencia, poco puede hacer. Las grandes decisiones están en manos del destino, la suerte y, sobre todo, en aquellos que verdaderamente mueven los hilos de la articulación mundial.

Sin embargo, cada uno de nosotros, en su íntima privacidad, busca los medios más apropiados a sus capacidades, gustos, posibilidades e imaginación, a fin de paliar, compensar, ignorar y blindar, esas desventuras que acaecen en nuestras vidas, sin que sepamos a ciencia cierta su verdadero origen y el núcleo explicativo de los por qués. Comentemos brevemente alguno de estos recursos que pueden ayudar a “hidratar” esa acre sequía de buenas noticias para nuestro ánimo desilusionado.

En principio, habría que seleccionar los espacios y las páginas de los periódicos, la radio y la televisión, a los que habitualmente accedemos. Sólo desde una plataforma o atalaya masoquista, se explicaría o entendería que no lo hiciéramos. En todo caso, dosificar prudentemente esas informaciones mediáticas que, desde luego, en modo alguno alegran o estimulan nuestro espíritu. No se trata de la importante disyunción estar o no estar bien informado, cuya opción está fuera de toda duda. El problema es estar sentado a la mesa familiar y que te amarguen, un día tras otro, el almuerzo o la cena, con esas noticias y esas muy duras e impactantes imágenes que desvitalizan el ánimo y degradan la racionalidad de los seres humanos.

Siempre ha sido útil, distraída e inteligente, la práctica de la lectura, para el placer cultural y anímico. Y ¿qué leer? Todos los géneros son importantes, de manera especial la novela, la poesía, los relatos, la biografía, las grandes y reconocidas obras clásicas. En este ámbito cada cual tiene sus gustos y una biblioteca municipal cercana a su domicilio, en la que se facilita el préstamo gratuito de ejemplares, durante quince días renovables.

En la actualidad, es posible elegir el género cinematográfico que mejor nos ayude a multiplicar nuestras propias vivencias, a través de la inmersión en pantalla y la empatía con la interpretación argumental de los actores. Hay numerosas plataformas digitales en donde conseguir películas, que ayuden a compensar las no gratas noticias de nuestro entorno próximo o lejano. En las bibliotecas municipales, el servicio de préstamo de DVD también es gratuito. Las cadenas de televisión también emiten un abundante material cinematográfico.

Tenemos a nuestra mano la libertad y grandeza de poder visitar y caminar por los entornos de la naturaleza, vitalizando nuestro ánimo y estructura orgánica. Pasear entre los árboles, las masas florales, recorrer las colinas y los valles, todo ello ayuda a sentirnos notablemente mejor. La práctica senderista es un saludable y versátil fármaco que tiene infinidad de ventajas y muy escasos efectos secundarios, probablemente ninguno si se desarrolla con una mínima racionalidad.  

También escuchar música nos puede ayudar. Existen numerosos estilos e intérpretes en donde poder escoger aquellas piezas que más nos motiven, enriqueciendo y sosegando nuestra estructura psicológica, para los tiempos atormentados o amargos.

Hoy día se escriben muy escasas cartas manuscritas. Por el contrario, enviamos miles de mensajes de Whatsapp o de Sims telefónicos. También efectuamos decenas de llamadas telefónicas, en ocasiones “para echar un ratito”. Siendo todas estas formas positivas, podríamos también intentar coger un bolígrafo, cuartillas o bloc, o el mismo teclado del ordenador y componer por escrito nuestro pensamiento y reflexiones, nuestras ideas, comunicando solidariamente con los demás. Recordamos aquí ese consejo de que para aprender a escribir sólo es necesario comenzar a escribir.

Por supuesto, habría otras muchas posibilidades para soportar los “tiempos nublados” que intensifican la tristeza. Pero los recursos aquí sugeridos y bien aplicados pueden ayudarnos a compensar y sobrellevar esta “pandemia” de infaustas noticias, que tanto nos aturden y desaniman. Habría que evitar dejar para mañana el inicio de su inteligente práctica. Siempre es mejor el hoy y el ahora. –

 

José L. Casado Toro

Marzo 2022


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