Carmen Vázquez-Vigo, nació en Buenos Aires en 1923 y
murió en Madrid en 2018. Tuvo un amplio recorrido artístico en su vida: actriz,
escritora, dramaturga y traductora. Aunque fueron los niños quienes más disfrutaron
de su mejor faceta literaria. Su padre fue el músico y compositor español José
Vázquez Vigo, muy conectado a la cinematografía como director y autor de bandas
musicales de varias películas.
Carmen estudió en el Instituto de Arte Escénico de
Buenos Aires y en 1939 actuó en la película Cuatro Corazones. En 1946 formó
parte de «La Agrupación de Actores Democráticos», en pleno gobierno de Juan
Domingo Perón. En 1947 se trasladó a vivir a España y más tarde se casó con el
director y guionista de cine José María Forqué, con quién tuvo dos hijos:
Álvaro, escritor y Verónica Forqué (1955-2021), nuestra inolvidable
actriz.
Carmen Vázquez, además de trabajar como actriz y
guionista de radio, acometió traducciones y comenzó a publicar en 1963. Es la
autora cuyo nombre está más unido a las ediciones de El Barco de Vapor, creada
en España en 1978. En ella publicó sus títulos más conocidos, como Un monstruo
en el armario, por el que recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil y
Juvenil, Caramelos de Menta, Premio Lazarillo en 1973, o La fuerza de la
gacela.
Recibió el Premio Doncel de
cuento juvenil. En 1966, por Quiquiriquí, y el Premio AMADE de Teatro Infantil,
por Aire de colores en 1977. También colaboró en la revista infantil Bazar,
entre los años 1960 y 1965. Escribió guiones radiofónicos de cuentos a finales
de los setenta. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en
1992. Como traductora de inglés, francés e italiano, también se acercó a la
niñez de otras nacionalidades: Atalanta, de Gianni Rodari; La hija del
espantapájaros, de María Gripe; o Uiplalá, de Annie Schmidt.
Dicen que era una mujer muy dulce y de su gran
imaginación nos ha dejado un inmenso legado. Adentró a los niños, de la mano de
sus historias surgidas de una realidad, a volar en un pequeño globo de un lado
a otro de la ciudad. A presenciar un partido de fútbol sin entrada o viajar en
una alfombra voladora.
Como siempre que profundizamos en la biografía de
algunas mujeres, el descubrimiento las hace resurgir con más valor. En este
caso fue reconocida con varios premios en su trayectoria como escritora. No
obstante, creo que su mayor mérito es el de haber sido la mejor simiente para las
mentes infantiles, ávidas de conocimiento, y abonarlas con sus historias
fomentando así el amor a los libros y la literatura.
Esperanza
Liñán Gálvez
23
de Abril, Día del Libro
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor: Se ruega no utilizar palabras soeces ni insultos ni blasfemias, así todo irá sobre ruedas.
Reservado el derecho de admisión para comentarios.