I
Al pie de un sauce, triste Narciso de las aguas,
o cerca de una roca inexorable
quiero dejar mi cuerpo
como el que deja ropas en la playa.
Ay, mis brazos, guirnaldas desceñidas,
ay, mi cintura quieta entre las danzas.
No soy de los que exprimen
su corazón en un lugar violento.
Soy de los que atestiguan
la belleza y la muerte de la rosa.
II
Si pudiera mirarte, bella tan sólo, rosa,
y detener mis ojos largamente en tus pétalos
como una sed que duerme a la orilla de un río.
Si te mirara sólo, sin amarte,
con este amor convulso y desgarrado
de quien siente tu fuga irrevocable.
Ah, si yo no quisiera disecarte,
amarilla, en las páginas herméticas de un libro
con el afán inútil del que conoce el tiempo.
Rosario Castellanos, (Ciudad de México, 1925 - Tel Aviv,
1974) Narradora y poeta mexicana, considerada en este segundo género la más
importante del siglo XX en su país. Fue profesora en la Universidad Autónoma de
México, donde enseñó filosofía y literatura; posteriormente desarrolló su labor
docente en la Universidad Iberoamericana y en las universidades de Wisconsin,
Colorado e Indiana. Recibió numerosos premios y varios lugares públicos llevan
su nombre.
En su obra resalta una absoluta sinceridad donde
pone de manifiesto su vida interior, la inadaptación del espíritu femenino en
un mundo dominado por los hombres, la experiencia del psicoanálisis y una
melancolía meditabunda.
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