DEL LIBRO “EL RAYO QUE NO CESA”
Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo
alrededor de mi vida.
Rayo de metal crispado
fulgentemente caído
picotea mi costado
y hace en él un triste nido.
Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas.
Tal es la mala virtud
del rayo que me rodea,
que voy a mi juventud
como la luna a la aldea.
MIGUEL HERNÁNDEZ. Orihuela 1910—Alicante 1942. De familia
humilde, pronto abandona la escuela para ponerse a trabajar. A pesar de ello,
desarrolla su capacidad para la poesía al ser un gran lector de poesía clásica.
Comienza a publicar en revistas y en la década de 1930 se traslada a Madrid.
Vuelve a Orihuela y escribe “Perito en Lunas”. Establecido ya en Madrid, donde
colabora en diversas publicaciones, edita varios libros de poemas. El más
conocido “El rayo que no cesa”. Toma parte activa en la guerra civil española.
Al huir a Portugal es detenido y condenado a la pena de muerte. Se le conmuta
por la de treinta años, que no llega a cumplir, porque muere de tuberculosis en
la prisión de Alicante en febrero de 1942.
En su obra se encuentran influencias de Garcilaso, Góngora,
Quevedo y San Juan de la Cruz.
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