Entre una Generación y otra cabe
destacar el impulso reivindicativo de lo Flamenco llevado a cabo por nuestro
gran maestro Manuel de Falla, con la celebración del Concurso del Cante Jondo
de Granada de 1922, el año próximo se cumplirá un siglo. Se celebró en el patio
de los Aljibes de la Alhambra y Falla consiguió reunir a intelectuales de la
talla de Andrés Segovia, Fernando Ginés de los Ríos, Ignacio Zuloaga, Joaquín
Turina, Santiago Rusiñol, Edgar Neville, Fernando Villalón y otros como Juan
Ramón Jiménez, Rubén Darío, los Machados, Ravel o Strawinski que apoyaron el Concurso
aunque no asistieran. Siempre se ha
dicho que el evento fue organizado por Falla y Lorca y aunque ahora no es
políticamente correcto decirlo el poeta de Fuente Vaquero nunca fue un
flamencólogo y que en la organización del Concurso se limitó a estar al dictado
de Falla, su aportación a nuestro Arte fue el libro de Poemas del Cante Jondo y
aunque se lo dedicó al gran cantaor Manuel Torres ninguna de sus letras son
para cantarlas por ningún palo del Flamenco.
Si la opinión de la Generación
del 98 fue sangrante, más que nada por su desconocimiento, hace unas semanas la
diputada del PP en la Asamblea de Madrid Almudena Negro aseguró que la cuna de
este Arte es la capital de España y que el 95 por ciento de los artistas salen
de aquí, dijo la diputada y se quedó tan pancha. Más grave si cabe, por ser
andaluza y gaditana, la populista Teresa Rodríguez, se ha sumado a la fiesta,
con esta frase: “El flamenco es el testimonio vivo de la lucha del pueblo
gitano contra el exterminio ordenado una y otra vez por los reinos de Castilla”.
Ambas han hecho desde posiciones políticas opuestas, una gran demostración de
ignorancia, carentes del más elemental rigor histórico. Un sinfín de
etnógrafos, musicólogos, antropólogos e historiadores han tratado de arrojar
luz a la historia de este Arte y hasta hoy, sólo han podido llegar a dos
certezas, que es una expresión plástica con origen en Andalucía y que se
compone de la aportación de varias culturas. Sobre la sentencia de la diputada
madrileña la historiografía al respecto es muy extensa y todo el Flamenco está
siempre situado en el sur y aunque mucho de los flamencos han vivido en Madrid,
sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, Camarón, Paco de Lucía, la Fernanda de Utrera,
la Paquera de Jérez, Mario Maya, Manuela Vargas, Merche Esmeralda… la lista es
interminable. Pero todos nacidos y criados en Andalucía.
Y si la madrileña se ha
columpiado al canto flamenco de bamberas, la andaluza ha dicho una barbaridad
aún más grande si cabe. El Flamenco no es la lucha de los gitanos contra ningún
exterminio. Una cosa es la gran redada ordenada por Fernando VI y liderada por
Ensenada contra esta etnia y otra bien distinta la incidencia que haya podido
tener en el Flamenco, que es ninguna.
Este Arte tan nuestro no es creado por los gitanos en exclusividad. Su
aportación ha sido transcendente, pero no más que la de otras culturas como la
morisca o la mozárabe. Los gitanos proceden de la India y son un pueblo nómada
asentados en muchos lugares de Europa, principalmente Rumanía, Bulgaria o
Serbia, que sepamos, en ninguno de estos sitios se canta por bulerías. Por eso
hay que llevarlo a las escuelas y universidades.
Pepe J. Cueto
Verano
de 2021
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