LAS MOSCAS
Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
¡Oh viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!
Y en la aborrecida escuela
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,
que todo es volar, sonoras,
rebotando en los cristales
en los días otoñales…
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada,
de esta segunda inocencia
que da en no creer en nada.
De siempre… Moscas vulgares
que de puro familiares
no tendréis digno cantor;
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas,
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.
Antonio Cipriano José María Machado Ruiz. Nace en Sevilla en
1875. Muere en Colliure (Francia) en 1939.
Estudia en el Instituto Libre de Enseñanza. Obtiene la cátedra de
Francés e imparte clases en Soria y en Baeza. En 1.927 ingresa en la Real
Academia. Pertenece a la prestigiosa generación del 98. Publica diversos libros
de poemas y escribe varias obras de teatro junto a su hermano Manuel.
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