Maurice Ravel, (Ciboure, Francia, 1875 - París, 1937) Compositor francés.
Junto a Debussy, con quien se le suele
relacionar habitualmente, es el gran representante de la moderna escuela
musical francesa. Conocido universalmente por el “Bolero”, su catálogo, aunque no muy extenso, incluye una serie de
obras hasta cierto punto poco conocidas que hablan de un autor complejo, casi
misterioso. Un autor que concebía su arte como un precioso artificio alejado de
la realidad y las preocupaciones cotidianas. Stravinsky lo
definió con acierto como «el más perfecto relojero de todos los compositores»,
y así hay que ver su música: como la obra de un artesano obsesionado por la
perfección formal y técnica de su creación.
Discreto pianista, su interés se centró pronto en la
composición, campo en el que dio muestras de una gran originalidad desde sus
primeros trabajos, como la célebre Pavana para una infanta difunta. La
audición del Prélude à l'après-midi
d'un faune, de Debussy, marcó sus composiciones inmediatamente
posteriores, como el ciclo de poemas “Schéhérazade”,
aunque pronto se apartó de influencias ajenas y encontró su propia vía de
expresión, gracias a su capacidad única para tratar el color instrumental, el
timbre.
Personaje complejo, en él convivían dos tendencias
contrapuestas y complementarias: el placer hedonista por el color instrumental
y una marcada tendencia hacia la austeridad, que tenía su reflejo más elocuente en su
propia vida, que siempre se desarrolló en soledad, al margen de toda manifestación
social, dedicado por entero a la composición. Sus dos conciertos para piano y orquesta,
sombrío el primero en “Re Menor”, luminoso y extrovertido el segundo en “Sol Mayor”,
ejemplifican a la perfección este carácter dual de su personalidad.
En octubre de 1932 Ravel
sufre un accidente de tráfico en el taxi
en el que viajaba. Aquel incidente precipitó su vida hacia una lenta y
desesperante agonía de cinco años ya que se vio imposibilitado de escribir,
componer e incluso escribir su nombre. Esta situación se mantuvo hasta su
muerte en 1937.
Su desaparición causó en el mundo una verdadera
consternación, que la prensa retransmitió en un unánime homenaje.
BOLERO
El “Bolero”
es un auténtico ejercicio de virtuosismo orquestal cuyo interés reside en la
forma en que Ravel combina
los diferentes instrumentos, desde el sutil pianissimo del inicio hasta el
fortissimo final.
El “Bolero” es una acumulación constante de
instrumentos que repiten la misma música cada vez más fuerte. Cuando se le
acabaron los instrumentos normales de la orquesta empezó a añadir el saxofón,
el oboe de amor, la trompeta y el clarinete con afinaciones poco habituales. La
graduación del volumen y la brillantez del sonido es tan perfecta que en ningún
momento se tiene sensación de monotonía y todo se resuelve en una explosión
final.
Esperamos que os guste.
Nuni Yáñez y José Ramón Vega
Excelente trabajo.
ResponderEliminarMuchas gracias.
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