Édith
Giovanna Gassion (París, 19 de diciembre de 1915-Plascassier; 10 de octubre de
1963), conocida por su nombre artístico Édith
Piaf,
fue una de las cantantes francesas más célebres del siglo XX.
Fue
descubierta en 1930 mientras cantaba en la calle, por Louis Leplee, dueño de un cabaret, que fue el que le puso el apodo de La Môme
Piaf, el pequeño gorrión, por su
fragilidad. Con la ayuda de Leplee, comenzó a cantar en clubes parisinos,
impresionando al público con esa voz dominante que se convirtió en el sello
distintivo de su carrera histórica. Pronto encabezó festivales europeos,
protagonizó películas y grabó álbumes de gran éxito.
Llegó
a ser igualmente adorada por el público estadounidense, actuando regularmente
en Nueva York.
Fue
también muy conocida por sus relaciones amorosas
que incluyeron a celebridades como Jacques
Pills, Yves Montand o el boxeador Marcel Cerdan, su gran amor, cuya muerte en un accidente de avión, la
sumió en una profunda depresión que la llevó a abusar de la bebida y la morfina. A pesar de haber ganado mucho dinero, murió
casi en la indigencia.
Más
de 40.000 personas la acompañaron en su funeral hasta el cementerio del Pére
Lachaise, donde está enterrada.
Edith Piaf tenía un talento inigualable
para contar historias con su música. Ayudada por su voz cruda y emocionalmente provocativa y su
inclinación por el drama, usó la canción para desatar su pasión oscura,
pureza sincera y romanticismo melancólico en el mundo, convirtiéndola en el
símbolo innegable del espíritu francés en el siglo XX.
A
ella se le deben numerosas canciones del repertorio francófono como «La vie en
rose», «Non, je ne regrette rien», «Hymne à l'amour», «Mon légionnaire», «La
Foule» o «Milord», conocidas mundialmente.
“La vie en rose”
El
9 de octubre de 1946 Piaf registra en los estudios el que posiblemente se ha
convertido en el segundo himno del país, tras la Marsellesa: La vie en
rose.
El
origen de esta canción comienza en la terraza de un café parisino en el
año 1945.
Ha
acabado la Segunda Guerra Mundial y Edith Piaf, ya célebre, está con su
amiga, la también cantante Marianne Michel, quien le pide las primeras notas de
una nueva canción.
Piaf
le entrega un primer borrador, y como tenía dificultades para encontrale una
melodía, se la lleva al compositor Louis Guglielmi (Louiguy), que compuso la
melodía que hoy todos conocemos.
Nuni
Yáñez y José Ramón Vega
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