La
observo día a día con afecto e intercambiamos miradas llenas de complicidad.
Aunque sé que está cercana a los setenta, nunca deja de sorprenderme ese aire
juvenil que aún conserva y la agilidad con la que se desplaza de un lugar a
otro de la casa. La escucho trastear en la cocina y de cuando en cuando se
arranca entonando unas canciones modernas que imagino estará aprendiendo de sus
nietas. Ella es así, flexible, adaptable a los nuevos tiempos.
Ahora
la tengo frente a mí y sin ningún pudor va quitándose la ropa sin dejar de
mirarme un solo momento. Antes de abrir la puerta de la ducha me dirige una
mirada llena de picardía y con todo el descaro del mundo me saca la lengua.
OJEPSE LE
Mayte
Tudea
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor: Se ruega no utilizar palabras soeces ni insultos ni blasfemias, así todo irá sobre ruedas.
Reservado el derecho de admisión para comentarios.