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Parto del supuesto
personal, tanto en mí, que sigo haciendo ejercicios, como en aquellos que
recibieron mis consejos,por haberpresenciado buenos resultados y sentir la
alegría de compartirlos. El ejercicio físico brinda muy buenos beneficios a
cuantas personas lo practican. No señalo ninguna actividad específicamente. Me
inclino más por cualquier actividad, sea la que fuere, llamémosle “actividad”.
Implicados en ello,
permitirá quemar calorías, mantener ágiles nuestras articulaciones y los
músculos más fuertes y resistentes. Es de suma importancia mantener esta acción,
por cuanto no explícitamente redundará en los aspectos citados, sino que ayudará
también al mayor riego sanguíneo para recorrer todo nuestro cuerpo.
Infinidad de células
se van a beneficiar. No nos imaginamos cuantas, pero cada centímetro cuadrado
de nuestro cuerpo va a recibir su premio. Todos los investigadores concluyen en
el acierto de estas prácticas y sugieren en sus informes que no duden los
especialistas en recomendarlo a sus pacientes.
No se pregunten la
edad para comenzar, den un paso al frente y continúen, con esta decisión ya se
está en el camino. La alegría del contacto con la naturaleza y participar de
todo el ambiente es un buen remedio. Voluntariamente irán progresando, siempre
encontraran un motivo para prolongar el paseo, alternarlo con calles empinadas
y escaleras sinuosas.
Desde el comienzo,
con un programa alternativo de agilidad, elasticidad y cierta resistencia,
alcanzarán un agradable bienestar. Este coctel de motivos físicos redundara
dichosamente en la buena salud de nuestro cuerpo. Ya sería importante citar,
que el primer efecto que surja será que van a descansar y dormir “a la pata la
llana”, expresión ésta muy castellana.
Hay detractores que
todo esto le resulta tedioso, que buscan mejor una buena mesa y sofá lo más
cómodo posible, evidentemente en la variedad va el gusto, pero aquí nos
implicamos en decantarnos por la “salud”, en todos sus términos.
¡Si vieran que
alegría me da ver a un minusválido afanándose en dar un paso al frente! Es algo
maravilloso.¡Y pensar que otros se acicalan para ir a la acera de enfrente y
buscar un restaurante para satisfacer su apetito! ¡Paradojas!.
No renuncien a sus
actividades, provoquen una causa y un motivo para moverse, dejen la bata, las
zapatillas y el sofá para el día de mañana…
Juan Fernández Pacheco –
Abril 2.014
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