14 agosto 2013

DEPRESIÓN, ESTRÉS, ANSIEDAD, AGOBIO. (Otro punto de vista).

Como los CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS,  súbditos de Satanás  y esclavos del anticristo, que destruirán la tierra en el fin del mundo, montando caballos de desgracias inmundas que nos asolarán y perseguirán, así estas cuatro circunstancias de  grandes alteraciones para nuestro equilibrio emocional, también vendrán a destruirnos en las situaciones y momentos menos esperados.

Las preocupaciones exageradas y reiteradas y la dificultad para adaptarnos a los cambios en nuestra vida personal o profesional, nos conducen a realidades difíciles de soportar; algunas de estas alteraciones, cuyas palabras se escuchan todos los días, tienen grandes repercusiones en nuestra salud física y mental.

Como cita La Organización Mundial de la Salud” (OMS)  “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de enfermedad, sino para hacer frente y lidiar las tensiones normales de la vida”.

Ante tales retos, hay momentos en que podremos sentirnos incapaces de superar algunas de estas citas, pero al ser alteraciones psico-somáticas muy comunes, que nos marcaran con reveses, contrariedades y adversidades, deberemos optar por la actitud de recapacitar y serenar nuestro ánimo.

Un par de días de “tristeza” puede suponer que afecte al cuerpo, al espíritu, a los pensamientos y alterar radicalmente la alimentación o el sueño. Por ello, reaccionar a tiempo con decisión y aptitud para afrontar todo esto, será una de las mejores medidas que adoptemos. Salir fuera de lugar, alejarse del “motivo”, hacer una pequeña caminata por el parque, realizar cualquier actividad física que ayude a liberar la energía acumulada y distender la tensión muscular, ayudarán a generar una buena sensación de bienestar.

Concentrar la atención en estos aspectos conseguirá aliviar la mente, levantar el ánimo, aumentar la autoestima y sentir el control de nuestro cuerpo.


¿Quién no ha sufrido uno de estos episodios alguna vez?. Son una parte de la vida misma e incluso, otros, viven con ellos como parte de su personalidad. Por decir, insistiendo, alcanzan la categoría de “obsesión” y exageran actos y actitudes “al borde de un ataque de nervios”.  Ejemplos no nos faltarían: los que ordenan hasta el cansancio un armario, una librería, persiguen el brillo del suelo, se lavan las manos repetidamente, etc. etc.  Es para no parar de contar…

Pues sí, todo esto puede sonar conocido, pero cuando se pasa de castaño a oscuro es el momento de tomárselo en serio.

Normalmente se siente miedo o ansiedad frente a ciertas situaciones y según determinados acontecimientos, esto es debido a factores físicos, genéticos o personales y con ellos transitaremos por aspectos como:

·       Respiración dificultosa y acelerada.
·       Sofoco, escalofrío o sudor.
·       Palpitaciones, temblor, ahogo.

Pues bien, frente a todo esto es de gran utilidad aprender técnicas de respiración y de relajación, descansar lo suficiente y hacer ejercicio. Los síntomas pueden mejorar con el tiempo (con tratamiento adecuado) y la depresión, el estrés y lo de más… se irán a paseo y nuestra vida volverá a ser más placentera y relajada. Así lo deseo.

Juan Fernández Pacheco – Julio 2.013


AÑADIDO:
Así como dedico un tiempo a la lectura y escritura, también dedico una parte del mismo para seguir cultivando mi afición a la Fotografía.

Si les llama la curiosidad y quieren verlas, cuyo gesto les agradezco, este es el enlace:






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