02 abril 2013

PRIMERA LUNA LLENA DE PRIMAVERA

Es Viernes Santo, Málaga, la ciudad de sol, de la luz, de la alegría, amanece engalanada con negra mantilla. El sol no quiere perturbar el sentimiento de dolor que vive la cristiandad universal y se ha escondido para dejar que los malagueños lloren por aquella tropelía que aconteció hace más de dos mil años cuando, al más Justo de los justos clavaron en un madero.

Pero en Málaga adelantamos acontecimientos, hace ya muchos días que se viene recordando este hecho, los malagueños conmemoramos desde una semana antes todo lo que ocurrió antaño, cuando daba comienzo la primavera y a lomos de una borriquilla Jesús entró en Jerusalén y todo el pueblo lo aclamaba gritando ¡Hosanna, Hosanna!

Pues sí, la Malaca de otros tiempos, para anunciar la llegada de la primavera viste de lujo a la ciudad, los naranjos de sus calles exhalan su aroma embriagando el ambiente ¡Ya huele a Semana Santa! los traslados de imágenes de las iglesias a sus tronos proliferan y se viven momentos muy intensos llenos de emociones y belleza ¿Quién no ha contenido la respiración y ha dejado brotar de sus ojos una lagrima al ver entronizar un crucificado? ¿Alguien no se ha bañado en belleza al ver a un Nazareno bajar por Puerta Oscura a la luz de la luna? ¿Alguno que haya hecho un Vía Crucis al calvario no se ha estremecido recordando la Pasión bajo el cielo malagueño con el Mediterráneo a sus pies? esto tan solo es un ejemplo de “Las cosas de nuestra tierra” las cosas que ocurren en nuestra ciudad para anunciar, que en breve, vamos a recordar lo más importante del cristianismo y en lo que se basa nuestra fe: La Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Este año, al dar comienzo la Semana, el mismo Domingo de Ramos por la mañana, el cielo lloró con abundancia haciendo que las Lágrimas de una madre, que ya presiente lo que le espera a su hijo, no se pudieran ver en la calle, se paseó por su barrio y volvió a su casa, tan solo algunos tuvimos la
suerte de ver llorar los ojos bonitos de La Niña de San Juan ¿Lloraba por su hijo o por la situación por la que están pasando tantos malagueños? Tendremos que reflexionar. La tarde trascendió mejor y todas las cofradías pudieron lucir su elegancia y galanura, las calles hervían de personas sedientas llenas de amor cofrade y, las monjitas de clausura, pudieron volver a cantar tras las celosías de su vetusto convento, cantaron a Jesús cuando, cargado con su cruz, Verónica se le acercó y le seco el rostro con un paño blanco en el que dejó reflejado su dolor, mientras que otras mujeres del pueblo llorando le acercaban a sus hijos para que los bendijera y Él les contestaba <No lloréis por Mí, llorad por vosotras mismas y por vuestro hijos>

Lunes y martes Santo, lucieron brillantes, los gitanos pudieron cantar a su Señó Manué, los estudiantes entonaron el Gaudeamus Igitur a su Señor de la Caña, miles de personas cumplieron sus promesas tras del Cautivo, los bravos portadores de Crucifixión haciendo alarde de su valor, subieron de un tirón, como cada año, la calle Carrión para recoger a sus imágenes, las fuerzas estaban agotadas tras el largo recorrido pero no se les notaba. La Novia de Málaga iba radiante, en la Tribuna de los Pobres, sus hombres entonaron para ella el Dios te salve María, al tiempo que, dulcemente la mecían y el pueblo enfervorizado le gritaba ¡GUAPA, GUAPA, GUAPA! La virgen de Las Penas lucio en su manto de flores el símbolo de la fe que en este año se celebra, la Estrella con su luz iluminó el cielo y el barrio de La Victoria estalló de júbilo con las cofradías victorianas del martes santo.
Miércoles, mal recuerdo para ese día en el que no fue posible ver en la calle las procesiones, pero tan solo con haber podido contemplar la liberación del preso en la Plaza del Obispo, bajo una lluvia de justicia, valió la pena la noche y el remojón. Todas las casas de hermandad se mantuvieron abiertas para poder contemplar a sus sagrados titulares.

Jueves santo más que brillante, Esperanza en la calle después de dos años sin poder salir lució como nunca, la legión despertando pasiones mañana tarde y noche, El Chiquito paseó por la Alameda de Colón y durante toda la noche deslumbraron los distintos cortejos. El viernes ha habido de todo y El Cristo Yacente ha recibido hospedaje en la Catedral malacitana. El cielo malagueño se ha sumado al dolor y ha vuelto a llorar.

Ahora esperamos con impaciencia poder cantar ¡ALELUYA, ALELUYA! Que Cristo ha resucitado ¡ALELUYA!


Mª Eugenia Pereiro Barbero

Treinta de marzo de 2013

Año de la FE





2 comentarios:

  1. Es lo que tiene las vivencias, que guían las manos y éstas se dejan guiar fácilmente.

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  2. Al igual que en tu Semana Santa, este año, he llorado lágrimas de impotencia ante tanta ingratitud que te devuelve la vida…
    Tus conocimientos de la Semana Santa no dejan lugar a duda de que eres su más ferviente cofrade. ¡Enhorabuena!
    Un abrazo, Maruja

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