27 noviembre 2012

SAN JOSÉ DE CALASANZ Y LOS MAESTROS


Hoy 27 de noviembre, en el calendario: San José de Calasanz.

Por agradecimiento a él: DÍA DEL MAESTRO. Justísima fiesta en que se recuerda a su patrón, el aragonés fundador de las Escuelas Pías (Los Escolapios).

No es fiesta de emociones rebuscadas ni venidas de fuera. Es una fiesta de quietud, de reposo espiritual. Es, dar gracias por habérsenos concedido la gran vocación de MAESTRO. Misión noble, que cumple con uno de los postulados, y que abarca una sola función: educar los dos valores de la que somos portadores en nuestro nacer.

En todas las escuelas públicas enalteceríamos en una lección magistral como ofrenda en homenaje a este gran pedagogo, fundador de nuestras escuelas nacionales, a San José de Calasanz. Su nombre, habrá caído en la mente de esta pequeña infancia, como algo anecdótico que solo se repetirá por la euforia del día libre; no puede ser otra cosa. Pero echará raíces para un próximo mañana, más propicio al juicio y al agradecimiento de sus conocimientos ya adquiridos.

Más con euforia y todo, estoy segura, que habrán aprendido que nació en Peralta de la Sal, y estudió filosofía, jurisprudencia, humanidades y teología en nuestras universidades españolas. Fue ordenado sacerdote en 1583, a los 25 años. Aconsejado por el obispo de Urgell, se va a Roma. En esta ciudad tuvo la feliz idea de fundar la Congregación de las Escuelas Pías, para la infancia necesitada, que fueron aprobadas por el Papa Paulo V.

San José de Calasanz es uno de los precursores de la Pedagogía moderna, aunque no compuso una obra estrictamente monográfica sobre este tema, sino que espació su teoría sobre la educación en diversas cartas, reglamentos y escritos de carácter práctico. ¡Que clarísima visión la de este gran pedagogo Santo! Que intuyó hace muchísimos años, que el problema que podemos adjetivar clave en toda cuestión sociológica, es la educación. Educación del individuo, cualquiera que sea su condición social y con una marcadísima preferencia al más necesitado económicamente.

Hoy vivimos al límite estos problemas de la educación primaria a gran nivel, a pesar que se multiplican los procedimientos para hacerla llegar a todos, porque sabemos que es de vital importancia que la mejor salud del pueblo está, en su coeficiente educativo.

Hagamos pues aún más por esta infancia, hombres y mujeres del mañana, para que ellos puedan sostener sobre si las distintas renovaciones que habrán de ir sufriendo, sin que para ello tengan que perder nada de sus valores humanos. Y nosotros encargados para esta gran misión, no olvidemos que con fe, amor y trabajo; serán nuestros mejores materiales para lograr y completar esta gran obra que es: el hombre o la mujer; qué duda cabe.



Maruja Quesada Martín
Maestra Nacional



4 comentarios:

  1. Un perfecto homenaje y recuerdo para quién como él han dedicado su vida a la enseñanza, y para quienes luchan hoy en día por formar los hombres del futuro.
    Felicidades a ti también, maestra.

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  2. Sin la tozudez oscense de este santo a la pedagogía moderna le faltaría algo. Enhorabuena por recordarnoslo.

    Nono

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  3. Maruja Quesada29 de noviembre de 2012 12:57

    Gracias mis buenos amigos y escritores, Esperanza y Nono.
    En mi mente de educadora siempre he sostenido el
    lema de otro gran educador, el Padre Pedro Poveda que decía:
    “Dadme una vocación y yo os devolveré un sistema, un
    método y una pedagogía”.
    Un beso para los dos.

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  4. Si San José de Calasanz pudiera ver lo que está ocurriendo con la enseñanza, ¡pobre hombre! se volvería a morir de inmediato´
    Un beso

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