02 enero 2009

NAVIDADES Y ...

Seguramente el mirar estas fiestas desde la barrera nos debe hacer recordar el tiempo que hemos visto pasar; lo que nos hemos alejado del momento en el que las recibíamos con el mismo interés que observamos hoy. Al menos a mi, ya no me atrae tanto bullicio, ni mucho de lo que ellas ofrecen.

Pero como aún tengo ojos que pueden ver y cerebro con el que poder pensar, puedo distinguir, entre tanto signo y símbolo, la muestra flagrante de que en esta sociedad se vive en mundos distintos y distantes. Incluso en nuestro limitado espacio ciudadano existen grupos sociales claramente diferenciados, que viven en el mismo lugar pero que no conviven en absoluto; por señalar, unos que corren tras los tradicionales atrayentes placeres para los sentidos, y otros que, probablemente, imbuidos ya en la inconsciencia de una desviación mental inducida por el deterioro fisiológico, sin la menor percepción de la realidad en la que se encuentran y ajenos a todas estas circunstancias temporales siguen en la rutina de buscar la simple supervivencia, conducidos por la propia inercia.

Quizá, tendencias sentimentales de épocas pasadas, que no se si aún se llevan, me hacen sorprenderme aún al presenciar, en estas fechas de luz y lujo, indigentes visiblemente debilitados, cubiertos de harapos y con descalzos pies ennegrecidos por la mugre, pululando entre atareados viandantes, pidiendo una moneda generosa o buscando entre los desechos urbanos el alimento necesario, con una colilla en los labios temblorosos o hablando solos (aunque lleven el móvil en el bolsillo), y pasando las frías noches en cabinas telefónicas, lugares públicos o cualquier otro insólito recoveco de la ciudad.

¡Consecuencia ineludible de un sistema social insensible e irresponsable!, pienso, promovido por una élite sólo interesada en montar esplendorosos jolgorios multitudinarios para la plebe, y que son seguidos por entusiasmadas masas, y que, además, son mostrados a sirios y troyanos en espléndidas pantallas digitales; todo con el más moderno avance técnico.

¡Lo he pasado bomba!, estoy muerto de sueño y no me acuerdo de nada; se suele oir.

¿Cosas de granujas e idiotas?

Muchas Navidades Pasadas.

(El autor prefiere ocultar su nombre)

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