Nos quedan unos días de intensa propaganda política, donde los Partidos ofrecerán sus programas para la próxima legislatura y junto a los programas, que difícilmente conoceremos en profundidad, llegarán las promesas electorales que nos lloverán desde todos los lados del espectro político.
Y es ahí, en las promesas electorales donde debemos ser cuidadosos en su análisis, porque prometer es fácil, cumplir es lo difícil, y cumplir con sus promesas es lo que debemos exigir a los candidatos. Para ello no es mala idea comprobar si en el Programa Electoral, del partido en cuestión, esas promesas están incluidas y si están previstas las medidas económicas que las harán posible.
Y una vez hecho esto, con tranquilidad, meditar sobre quién realmente ha trabajado por nuestros intereses en el pasado y si en el futuro nos da confianza de que lo va a seguir haciéndolo, no dejándonos llevar por las promesas, ni por la aceptación acrítica, ni por inquinas sobre tal o cual candidato o partido por los modos y maneras en que se han llevado las relaciones entre ellos, que han dado, a veces, la sensación de estar en un patio de colegio u otro sitio peor.
Lo dicho, oír, leer, ver, meditar, etc., y al final tomemos una decisión con la cabeza (y la cartera) y no con el corazón a ciegas (por impulsos en pro o contra).
Andrés Tello
Y es ahí, en las promesas electorales donde debemos ser cuidadosos en su análisis, porque prometer es fácil, cumplir es lo difícil, y cumplir con sus promesas es lo que debemos exigir a los candidatos. Para ello no es mala idea comprobar si en el Programa Electoral, del partido en cuestión, esas promesas están incluidas y si están previstas las medidas económicas que las harán posible.
Y una vez hecho esto, con tranquilidad, meditar sobre quién realmente ha trabajado por nuestros intereses en el pasado y si en el futuro nos da confianza de que lo va a seguir haciéndolo, no dejándonos llevar por las promesas, ni por la aceptación acrítica, ni por inquinas sobre tal o cual candidato o partido por los modos y maneras en que se han llevado las relaciones entre ellos, que han dado, a veces, la sensación de estar en un patio de colegio u otro sitio peor.
Lo dicho, oír, leer, ver, meditar, etc., y al final tomemos una decisión con la cabeza (y la cartera) y no con el corazón a ciegas (por impulsos en pro o contra).
Andrés Tello
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor: Se ruega no utilizar palabras soeces ni insultos ni blasfemias, así todo irá sobre ruedas.
Reservado el derecho de admisión para comentarios.