A Cristo crucificado
Tú me ofreces la vida con tu muerte
y esa vida sin Ti yo no la quiero;
porque lo que yo espero, y desespero,
es otra vida en la que pueda verte.
Tú crees en mí. Yo a Ti, para creerte,
tendría que morirme lo primero;
morir en Ti, porque si en Ti no muero
no podría encontrarme sin perderte.
Que de tanto temer que te he perdido,
al cabo, ya no sé qué estoy temiendo:
porque de Ti y de mí me siento huido.
Mas con tanto dolor, que estoy sintiendo,
por ese amor con el que me has herido,
que vivo en Ti cuando me estoy muriendo.
José
Bergamín (Madrid 30/12/1897 – San Sebastián 28 /08/ 1983) ensayista,
poeta, dramaturgo y uno de los prosistas más destacados de la Generación del
27. Estudió Leyes en la Universidad de Madrid. Publicó sus primeros artículos
en la revista Índice, dirigida
por Juan Ramón Jiménez, con quien mantuvo una intensa amistad. En 1933 fundó la
revista Cruz y Raya, en la
que colaboraron muchos escritores del 27. Considerado el principal discípulo de
Miguel de Unamuno, Bergamín destacó sobre todo por sus ensayos que abordan los
temas más diversos con una sorprendente originalidad de estilo. Durante su
exilio en México fundó la revista “España
Peregrina”, desde la que difundió textos de muchos exiliados.
Su obra es muy
vasta y variada: creaciones en prosa, como "El
cohete y la estrella", "Fronteras
infernales de la poesía" y "Al
fin y al cabo", y producción dramática, entre la que destacan "La risa en los huesos" y "Don Lindo de Almería".
Aunque siempre se
pensó que su vocación poética fue una vocación tardía, del final de su vida, lo
cierto es que ésta surgió muy pronto, como
han demostrado sus bibliógrafos. Esta temprana obra poética se perdió casi por
completo al ser saqueada su casa durante la guerra civil.
Sus composiciones poéticas
tienden a la canción y se acogen a sencillas formas tradicionales: Rimas y sonetos rezagados (1962), Duendecitos y coplas (1963), La claridad desierta (1973), Del otoño y los mirlos (1975), Apartada
orilla (1976), Velado desvelo (1978) y Por debajo del sueño (1979).
En la poesía de
Bergamín se aprecian las extraordinarias dimensiones de su inteligencia y de su
vida sentimental, y la profundidad del coloquio constante con su propio
"yo" sobre el tema de sus dudas, su angustia, su nostalgia y esperanza.
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