Con 19
años Albert Boadella (Barcelona, 1943) fundó el grupo de teatro Els Joglars con el que ha estrenado más
de 30 montajes, todos ellos con fuerte carga satírica y crítica, siempre bajo
el prisma del humor. A destacar Operación
Ubú (en la que satirizaba a Jordi Pujol), Daalí (visión irónica del maestro del surrealismo) y El retablo de las maravillas (ataque despiadado a los adoradores de la
modernidad mal entendida)
En 1977
el grupo estrena La Torna, sátira feroz sobre el proceso y condena a
muerte de Heinz Chez, un delincuente alemán al que se acusa de terrorista (*).
Tras unas pocas representaciones, la obra es prohibida y Boadella es acusado de
injurias al Ejército español. A la espera de un Consejo de Guerra, se fuga y se
exilia en Paris. Hasta 1981 no fue exonerado de cargos
La fuerte
carga crítica de sus obras ha servido para que Boadella reciba los ataques de
los sectores más conservadores, tanto de la ultraderecha como del catolicismo y
del catalanismo identitario. Como respuesta a los sufridos desde el bloque independentista, en
2007 anunció que dejaba de trabajar en Cataluña. Y en 2012 traspasó el grupo a
su primer actor Ramón Fontseré. En 2018,
cuando arreciaba la actividad separatista, propuso agrupar algunos municipios
de Barcelona y Tarragona en una entidad llamada “Tabarnia” que sería la 18ª
Comunidad Autónoma de España.
En
febrero pasado, El Cultural publicó
una entrevista con Boadella en la que brilla su agudo humor y su causticidad, y
de la que extracto algunas cuestiones
a)
En los últimos años, A.B. está volcado
en el teatro musical (Amadeu, Pimiento
Verdi, Diva) y presenta Malos tiempos
para la lírica, en la que una
cantante de zarzuela se pasa la pop-rock. Y afirma que el gran enemigo de la
lírica actual es la falta de compositores: “En la ópera, desde Puccini y
Shostakóvich, no se ha hecho una música que emocione. En la zarzuela, nadie
desde Sorozábal y Moreno Torroba. En los musicales, después de Gershwin y
Bernstein, no hay más que musiquitas de consumo.”…”En España la zarzuela fue
siempre más popular que la ópera porque narraba amores y conflictos del pueblo.
Nunca era trágica, y la gente salía del teatro con una sensación agradable.
Todo lo contrario de cuando has conseguido resistir un Wagner”… “Estoy feliz de
que los musicales lleven gente a los teatros. Por lo menos no es cultura
subvencionada del Estado. Otra cuestión es la calidad. Las partituras se ven
limitadas a unas tesituras de voz e instrumentalización muy restringidas. Uno
tiene la impresión de que todos los musicales son del mismo compositor”.
b)
Le preguntan su opinión sobre la
situación actual enCataluña donde parece que la situación está más tranquila. Y
responde: “En absoluto. Lo que ha unido a una parte importante de catalanes es
el odio a todo lo que representa España. Este odio persistente ha sido inducido
por unos políticos sinvergüenzas y el colaboracionismo interesado de los
gobiernos centrales como en el caso actual. Inducción criminal que ha
encontrado el caldo de cultivo en los habitantes más cuadrúpedos”
(*) En Cataluña era costumbre completar una compra
con un puñado de más (un puñado de alubias o una galleta, por ejemplo) en lugar
de dar la vuelta en metálico. En esto consistía “la
torna”. El título de la obra alude a que el mismo día que ajusticiaron a Puig
Antich, acusado de anarquista y asesino, “añadieron” la muerte de Chez, un
criminal vulgar, por el mismo procedimiento de garrote vil, y comunicaron ambos
hechos a la vez como si tuvieran alguna semejanza.
José Ramón Torres Gil.
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