MAÑANA SENDERISTA

 

El pasado sábado día 25, tras una noche de lluvia y el temor de que tuviéramos que anularla, amaneció una mañana radiante y la actividad de senderismo proyectada pudo llevarse a cabo.

Con ciertas dudas sobre el lugar de encuentro por parte de alguno de los asistentes y tras diez minutos de cortesía, un grupo reducido de trece personas enfilamos el Paseo Marítimo a buen ritmo y sin apresuramientos. 

El día era el típico del invierno benigno de nuestra ciudad. Un cielo azul intenso, el mar en calma de color añil, y las exóticas palmeras decorando unas playas limpias y casi vacías.

Terminamos el Paseo Marítimo de Poniente y al llegar a Sacaba nos adentramos por la ribera del Guadalhorce hasta llegar al magnífico nuevo puente y lo atravesamos. Un puente ondulado y largo, con engañosa apariencia de madera, que se mecía con nuestros pasos y que nos llevó hasta la otra orilla. 

        Las lluvias de estos últimos meses habían alfombrado el camino de un verde intenso y esa alfombra estaba cubierta a su vez de florecitas  amarillas (vinagretas las llamaban en mi tierra). Fue un regalo para la vista aquella explosión de colores, el brillo de las hojas de los árboles y la flora pujante que cubre ahora las orillas de nuestro río.

        Atravesando el puente torcimos a la izquierda hacia la desembocadura y llegamos al puesto de avistamiento de las aves. En silencio, para no asustarlas, pudimos contemplarlas a nuestro gusto. Los humedales estaban llenos de agua y las garzas, algún que otro flamenco y varias aves disfrutaban del ambiente, tan propicio para ellas.

      

 

Nuestro recorrido duró más de tres horas y una vez terminado cada uno eligió para volver el medio que más le interesó. Fue una mañana estupenda para vivir la naturaleza y recrearse en ella. Esta actividad la llevaremos a cabo por otros lugares de nuestra provincia.

        Se acompañan varias fotos que se añaden a mi comentario. 

MAYTE