Resultan
significativas y abiertas a la reflexión esas luces encendidas, en horas
inusuales o inapropiadas, que aparecen tras las ventanas de algunas viviendas en
los bloques cercanos a tu visión. Ciertamente nos extraña que ese gesto de encender
el interruptor de la luz en una vivienda se realice en plena madrugada, ya sean
las dos, las tres y media o las cinco de la mañana. Mientras la mayoría de los
ciudadanos duermen, descansando su cuerpo y estructura mental, otras personas
sin embargo permanecen despiertas, manteniendo la luminosidad de su habitación
hasta que llega la claridad del amanecer, por la zona este de la ciudad.
La primera
reflexión que te planteas es sentir el “hermanamiento” con esos otros vecinos
que, al igual que tú se encuentran atrapados en manos de ese cruel enemigo sin
forma, denominado INSOMNIO. Probablemente,
esta desagradable situación orgánica puede ser la primera causa de esas luces encendidas
en los hogares próximos. Pero sin duda hay otras razones y motivos para esta
“incómoda” realidad de nuestras noches, con balcones o ventanas iluminados por
la luz eléctrica. Puede tratarse de PERSONAS
ENFERMAS, que permanecen al cuidado de cuidadores y familiares, que son
los que encienden las bombillas. También hay ESTUDIANTES,
que preparan sus exámenes y trabajos eligiendo las horas nocturnas, cuando
realizan sus estudios con más reposo, sosiego y concentración. Es preciso
matizar que, normalmente, estas luces permanecen encendidas durante largo
tiempo, por lo que descartamos a los vecinos que han pulsado el interruptor por
una necesidad puntual.
Pueden ser
personas que, por motivaciones laborales, preparan a esas horas la COMIDA DEL DÍA SIGUIENTE o trabajadores que tienen
un horario laboral un tanto especial, como LOCUTORES
DE RADIO, PANADEROS, SANITARIOS, FUERZAS DE
SEGURIDAD, que han de prestar ineludiblemente sus servicios a la comunidad.
También pensamos en aquellos que van a EMPRENDER UN
VIAJE, teniendo programado su avión, tren o autobús un horario de salida
en horas muy tempranas.
Pero lo cierto
es que unos ciudadanos están despiertos, por unas u otras razones, mientras que
otros duermen y descansan. A los insomnes se nos suele decir ¿Y por qué no te quedas en la cama? La respuesta
suele ser variada, en base a las siguientes razones: efectivamente, el cuerpo
puede estar descansando tendido en el lecho, pero también te sientes un tanto
nervioso al ver pasar las horas y los minutos, sin poder hacer nada útil o deseable,
pues nuestro organismo se siente cansado para emprender una tarea. Entonces estos
insomnes dan una y otra vez vueltas en la cama, evitando encender el tablet o
el móvil, a fin de no molestar al cónyuge compañero/a que tiene la suerte de
estar sumido en un profundo, reparador y satisfactorio estado onírico.
Todos
conocemos remedios, recursos más o menos
eficaces, para reducir, paliar o eliminar ese molesto, desagradable e incluso
enfermizo estado de insomnio. La mayoría de aquéllos no son lesivos para la salud.
Preside esta muy necesaria relación los 1,95 mg de MELATONINA,
comprimidos o en gotas, que suplen a la que nuestro organismo no produce para
facilitar la llegada del sueño y que habría que tomar unos treinta minutos
antes de irse a descansar. Es un producto natural, que no crea adicción (como
el Valium o diazepam). Existen determinados productos relajantes, que ayudan al
descanso, como por ejemplo la SERENIA (valeriana, amapola de California y
pasiflora) o similares. Una DUCHA CALIENTE, antes de ir a la cama, puede ayudar
a conciliar el sueño. También, evitar la SIESTA de por las tardes, a fin de poder
dormir mejor por las noches. Suprimir la visión de una PELÍCULA, después de la cena, si es habitual que nos durmamos durante su
emisión. Otro consejo que los facultativos sugieren para las personas insomnes
consiste en levantarse de la cama y realizar alguna BREVE ACTIVIDAD (lectura, escribir, ordenar algún elemento del domicilio).
Tras la vuelta al dormitorio es más fácil retomar el sueño.
Y existe un consejo básico, que además es muy necesario
para mantener el buen estado de salud. Grosso modo, nos referimos a “CANSARTE”
más durante el día, para descansar más
durante la noche. Ese beneficioso cansancio se puede conseguir caminando unas horas
por la zona urbana o rural. Realizando alguna actividad deportiva, como
practicar la NATACIÓN, un rato de GIMNASIO o algo de zumba, adaptada a la edad. El andar descalzo
por la orilla arenosa de la PLAYA
y tomar un poco de SOL, además de ser saludable, facilita ese
descanso nocturno que nuestro organismo exige ineludiblemente para “reprogramar”
la estructura corporal y mental. También ayuda, disponer de un DORMITORIO no abigarrado o densificado de mobiliario u otros
elementos. Hay que dejar el TABLET
y el MÓVIL TELEFÓNICO en el salón de la casa y evitar llevarlo a la mesilla de
noche.
La persona que duerme cerca de ti puede estar afectada
por la molesta acción de emitir ronquidos. Algunos, con notable acústica. No los escucha, pero si
su compañero/a en la cama que, obviamente, los padece y se despierta. El
otorrino es el especialista médico más indicado para ayudar al paciente que
ronca. Una visita a este doctor es entonces muy necesaria, porque puede haber
problemas nasales y respiratorios importantes.
Desear finalmente a los amigos insomnes un buen y
prolongado descanso y un tardío despertar. Y esta noche, en lo posible, no
pongas el despertador. –
José
L. Casado Toro
Diciembre
2022
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