El pasado día 26, salimos desde el
Banco de Santander un grupo de setenta y dos personas pertenecientes a Amaduma,
con dirección a Carmona como último destino. El número inicial lo componían
ochenta, pero hubo ocho deserciones, algunas por motivos de salud y otras por
el temor al mal tiempo, que afortunadamente nos respetó como ya habíamos
comprobado a través de la previsión meteorológica.
Tuvimos la
primera parada en el restaurante “La Dehesa” para desayunar en buena compañía y
tomar fuerzas para el resto de la jornada.
Llegamos a
Carmona dentro del horario previsto y allí nos esperaban los guías para iniciar
el recorrido de esta ciudad que resultó muy atrayente.
Divididos en
dos grupos, comenzamos por la necrópolis romana y las murallas de la ciudad que
se conservan muy bien a pesar de los siglos transcurridos; el alcázar con su
singular puerta de Sevilla; las dos grandes avenidas de la ciudad romana
trazadas de forma perpendicular y la hermosa iglesia de Santa María, construida
sobre la antigua mezquita de la que conserva su espectacular minarete, y es una
copia, a menor tamaño, de la catedral de Sevilla. Terminamos en la plaza del
Mercado de Abastos y los dos grupos nos reencontramos en el Alcázar. Allí,
nuestro compañero José Luis Casado, captó las instantáneas fotográficas que
acompañan a este comentario.
Con una mañana
espléndida el paseo resultó agradable e instructivo. Una lección de historia
recibida de forma amena por los visitantes.
Después, en los
autocares, nos dirigimos hacia el restaurante donde nos ofrecieron un almuerzo
que creo satisfizo a la mayoría de nuestros compañeros. Fue abundante y
variado.
Terminado el almuerzo y tras un pequeño
tiempo para el paseo o los cafés después de la comida, iniciamos nuestro
regreso a Málaga.
Lo importante: disfrutamos de un día
magnífico y lo compartimos con nuestros compañeros, lo que resulta una
manera muy agradable de socializar.
Mayte Tudea.
30-Marzo-2022
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