07 junio 2021

UN CENTENARIO. GALDÓS II

 

Escribe José Ángel Mañas: Madrid está en el meollo del mejor Galdós. Lo que tanto Fortunata y Jacinta como Miau, La de Bringas, los Torquemada o el arranque de Nazarín tienen en común. Más allá de la trama, Galdós pierde bastante cuando saca a sus personajes a pasear por Toledo, Cantabria, Barcelona, los andurriales suburbanos o el caserón abstracto de Halma… y gana todo cuando madrileñiza la historia.

        Y es que ese Madrid bullanguero que rellena cualquier resquicio de sus novelas haciendo que  desborden vida, lo conoció Galdós de primera mano, nada más llegar de su las Palmas natal. Fue un momento de liberación personal, de descubrimiento. Y se nota. Su infancia canaria fue la de un niño enfermizo crecido a la vera de una madre dominante (Doña Perfecta), no más. Llegó al Madrid convulso de 1860 y aquellos aires revolucionarios le marcaron hasta el punto de que su primera novela recrea la levantisca y liberal Fontana de Oro. Y es que las   virulentas corrientes de opinión que entonces agitaban el país sacudieron su juventud y lo formaron. Uno es siempre de la época en la que fue joven.

        Pasó por las aulas de Derecho como un mediocre estudiante que prefería perderse  y curiosear por las callejuelas que rodean la Plaza Mayor y los cafés de Sol,  antes que empollar los temarios. De un ambiente familiar claustrofóbico saltó a una vida en libertad de la que se enamoró profundamente. Y enseguida entendió que allí estaba el material que necesitaba para su escritura: de los tipos pintorescos que escuchaba por la calle (“Galdós sabe hacer hablar al pueblo” dixit Baroja), de los exaltados tertulianos que frecuentaba en los cafés, de los burgueses y aristócratas que podía conocer en los salones del Ensanche, pero  sobre todo de los pequeños comerciantes de los que siempre se sintió afín. De todos ellos   extrajo la sustancia necesaria para convertirse en el mejor novelista de toda la literatura en castellano, con el permiso de Cervantes. O sin él.

        Para entender el Madrid galdosiano leed Fortunata. Para su visión de España, leed los Episodios Nacionales. Para comprender y completar su figura humana debemos recordar que un liberalote como él mantuvo una amistad de por vida con un conservador tradicionalista   como el cántabro   José María de Pereda. O que fue capaz de mantener un encuentro amistoso con la depuesta reina Isabel ya en el exilio. Por encima de las ideas, para Galdós estaban las personas. Gran lección que los políticos actuales podrían aprender y poner en práctica.

José Ángel Mañas es escritor. Nacido en 1971, tuvo una aparición fulgurante en el mundo literario con Historias del Kronen que tuvo   una popular   adaptación al cine (1994). En 2019 ha ganado el premio Ateneo de Sevilla con La última juerga. En el suplemento de El Mundo de 27/2/2020, publicó un artículo titulado Una ciudad que es todas las ciudades del que he resumido las líneas anteriores.

JOSÉ RAMÓN TORRES GIL.

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