16 noviembre 2011

ELOGIO DE LA EDUCACIÓN

En una sociedad como la nuestra, tan zafia y tan propensa a comportarse con excesiva familiaridad en el trato, es de agradecer que aun queden personas en las que la cortesía y la delicadeza sean la base de sus relaciones personales. Bien es cierto que toda educación es artificial y es precisamente por eso que el abandono de “lo natural” mejora sensiblemente el curso de la vida. El amor se difunde extraordinariamente con la buena educación, mientras el dolor y el desgaste siguen a la rudeza.

La buena educación enseña a dar las gracias y a acusar recibo, demostrando que la otra parte nos importa y que no descuidamos el valor de sus sentimientos y su presencia y que consecuentemente le concedemos importancia en nuestra propia vida. Nadie lo ha conseguido expresar tan soberbiamente como Pedro Salinas en su poemario La voz a ti debida cuando dice “Qué alegría vivir, sintiéndose vivido”. Responder correctamente a quien nos interroga, la llamada pronta a quien nos necesita o la voz cariñosa a quien la solicita conforma un acto expreso de amor.

Estaba yo haciendo la cola del supermercado de mi barrio cuando la persona que me precedía se giró lentamente y me miró a los ojos. Era un colosal ucraniano de los "sin domicilio fijo". No medía menos de dos metros y su envergadura superaba a la de un lanzador de martillo. Con la cara cruzada de cicatrices y heridas recientes en nariz y labios, sostenía una lata de cerveza con mano tan temblorosa que al abrirla debió de explotar un geiser. Entonces me susurró con voz rasposa: "Perdone, caballero, voy a cambiar de fila porque creo que han abierto la caja contigua". Así lo hizo, alzando los brazos como una bailarina y encogiendo la barriga para no rozarme. Por el contrario cuando mi turno me hizo llegar hasta la cajera, ésta me recibió con una mirada aviesa interrogándome con voz mezcla entre Massiel y la Caballé “¿Vas a querer bolsa”. Me desmoroné. ¿Tan mala pinta me vio quien podía ser perfectamente mi nieta?

Hace pocos días un amigo pasó por Madrid para conocer a la hija de unos colegas, una cría de tres años. Se citó con ellos en un restaurante de purpurina y aunque él es fumador pidió una mesa para no fumadores. Se la dieron en un patio interior al aire libre. Cuando se sentaron, todo el mundo fumaba a su alrededor. La niña tiene problemas de asma de modo que mi amigo acudió al encargado y le pidió otra mesa sin tanto humo. La respuesta del maître, un chico arreglado a la usanza chic hortera, le dejó helado: "Pero ¿usted ha venido aquí a comer o a tocar los cojones?". Paralizado por la baba de odio que goteaba de aquella boquita, se retiró desolado. Seguramente es una consigna del gremio, porque no es la primera vez que la oigo. Esta es la moderna imagen que quieren imponernos los actuales dueños de la imagen pública. Su estilo se difunde por todos los medios de persuasión, especialmente los dirigidos a la gente joven, a los que enseñan alegremente, cómo los periodistas, comentaristas, opinadores ligados a algún poder escupen veneno, constatan el éxito de los héroes de la pornografía sentimental y lo bien remunerada que está la navaja oxidada metida en la riñonera. Y claro nuestros jóvenes los imitan creyendo que ahí está su futuro.

Todo tuvo su principio cuando se estableció el tuteo en los colegios tratando de erradicar formas arcaicas y rígidas de relación disciplinar entre maestro y alumno.


Nono Villalta (noviembre 2011)

3 comentarios:

  1. 1.- Comenzamos siendo "educadores".
    2.- Pasamos a ser "enseñantes".
    3.- Continuamos y llegamos a ser "trabajadores de la enseñanza".
    4.- Finalmente, los que llegamos a tiempo, nos "prejubilamos" y comenzamos a ser "aprendices".

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  2. La brisa
    La brisa suabe ba
    sin saber con cual se ancontrara
    al pasar por la selva con
    una persona muy especial se encontrara.
    Mi amada te encontro
    yo te encargo mi corazon
    si lo cuidas y lo quieres
    floresera como una flor.
    Mañana te busarepara darte mi amor
    te dare todo que no te arrepentiras
    de tener mi amor en tu corason

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  3. La brisa
    La brisa suabe ba
    sin saber con cual se encontreara
    al pasar por la selva con
    una persona muy especial se encontrara.
    Mi amada te encontro
    yo te encargo mi corazon
    si lo cidas y l quieres
    floresera como una flor.

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