¿Quién te ha dado
vela en este entierro?; frase que se le dice a la persona
entremetida en cosas y asuntos que le importan un pimiento. Proviene de la
costumbre de repartir velas la familia de los difuntos a los asistentes al
sepelio, llevando la vela encendida como un símbolo de vida eterna.
Con el tiempo y una caña; esto siempre se dice cuando se le da largas a un asunto que inexorablemente tiene que ocurrir. La expresión, según algunos lingüistas, proviene de cuando se dedicaban a la extracción de higos y brevas por el procedimiento de varear el fruto. Como todo el mundo sabe, los chumbos también se recolectan con una caña abierta por un extremo. La persona que recolectaba debía golpear el fruto con suavidad para evitar que no cayeran al suelo violentamente y se rompiesen. De ahí que se necesite tiempo, paciencia y naturalmente una caña.
Poner la mano en la boca para bostezar, hay quien toma esta actitud como norma de buenas costumbres, también para no enseñar una dentadura desagradable o para no contagiarle un resfriado al que se encuentra frente a él. Los japoneses, para esto, son tan educados y civilizados que puede verse a mucha gente andar por las calles de ese país con una mascarilla en la boca cuando están resfriados para no contagiar a los viandantes o compañeros de autobús o metro. Aquí solamente la llevábamos cuando la pandemia del Covid-19, y porque era obligatorio a todo el mundo, pero ahora ya no solo no se ponen mascarillas sino que siguen escupiendo en cualquier sitio sin importarles nada y si es acompañado por un perro, la contaminación es doble, los gérmenes de su salivazo y la fulañí de su can. Pero más peligroso es el hecho de lanzar una colilla por la ventanilla del coche, en vez de apagarla en el cenicero, y que le caiga a un motorista o a alguien que pase cerca del asqueroso maleducado. Por lo visto, el gesto en la antigüedad, era una razón para que el diablo no entrara por la boca, así las madres se la tapaban y les hacían la señal de la cruz a sus bebés.
Pasar por debajo de una escalera; ésta es una superstición que proviene de las escaleras de un patíbulo. Debido a la altura de éste había que usar una escalera de mano para colocar la soga y así poder retirar el cadáver del ajusticiado. Pero claro, cualquiera que pasara por debajo se podía encontrar el muerto de cara.
Colocar flores en las tumbas; hoy en día los adornos con flores en las tumbas de nuestros muertos son muestras de afecto y de cariño pero el origen no es otro que el de proporcionar algo vivo para dar felicidad, y el círculo de la corona era para encerrar el espíritu para que no volviera. Mis recuerdos de nuestro cementerio de La Purísima es de haber leído en una tumba: Una flor se marchita, una lágrima se evapora y una oración la recoge Dios.
Entrar por el ojo derecho; las expresiones: es mi ojito derecho y entrar por el ojo derecho, son muestras de preferir a alguien y mostrarle su cariño o gustar mucho una cosa. También hay quien cree que proviene de unos versos que el satírico Martínez Villergas le dedicó a Bretón de los Herreros cuando a éste lo eligieron miembro o presidente del Comité del Teatro Español y no a él que ya tenía preparada una comedia para tal evento. Hay que tener en cuenta que Bretón de los Herreros era tuerto y Villergas todo despechado y con muy mala leche, por lo visto le tenía un poco de odio, endiñándole los versos que siguen: “Una comedia empecé / que concluyó en el fogón / cuando supe que Brutón (por Bretón) presidía el comité / porque tenía -esto es un hecho- / la órbita cerrada / y por el ojo derecho / dicen que no le entraba nada .
Dar gato por liebre; desde la antigüedad, como todo el mundo sabe, en las hospederías y en las ventas los dueños de éstos establecimientos te daban lo mismo un burro viejo adobado por ternera o cabrito, gato por liebre o gazapo, sin saber qué clase de animal podía ser. Por eso llegó a ser costumbre en las tabernas levantarse todos los clientes y recitar como una letanía: Si eres cabrito / manténte frito; / si eres gato / salta del plato.
Esto no es una frase popular, es que lo he leído hace poco y me gustaría que alguien me lo corroborara, si las mujeres son cuatro veces más lloronas que los hombres, y todo es debido a que producen una hormona conocida como prolactina, que no tengo idea de lo que es pero sí los expertos y los médicos. Será verdad, oiga?. Yo conozco a algunos hombres que también deben producir prolactina porque lloran como niños debido a sus sentimientos siempre a flor de piel. Por lo visto las lágrimas son un líquido salino que continuamente baña el globo ocular conteniendo anticuerpos que ayudan a proteger los ojos de las infecciones, por eso si un hombre llora no es menos hombre, porque lo mismo la alegría que la pena producen el llanto en todas las personas.
Reciban un saludo con alegría y a los enfermos mis
mejores deseos con una sonrisa para que se repongan.
Juan
J. Aranda
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