Ernest Hemingway llegó a Pamplona
por primera vez el 6 de julio de 1923. Unas semanas antes, en Madrid, había
presenciado su primera corrida de toros y quería profundizar en las claves de
la tauromaquia.
EH, entonces corresponsal en
Europa, y su esposa la pianista Hadley Richardson viajaron de Paris a la
capital navarra y se hospedaron en un hotel de la plaza del Castillo. “Las
calles eran una masa sólida de gentes danzando” escribió en un diario canadiense
del que era corresponsal, el día anterior a su primer encierro. Ninguna corrida
le impresionó tanto como la última en la que hubo dos cogidas.
El año siguiente volvió a los
Sanfermines con siete amigos entre los que se encontraban Dos Passos
y Ogden Stewart (*) Se hospedaron en el hotel Quintana, con cuyo gerente,
Juanito, le uniría una amistad de por vida. El 8 de julio, Ogden fue cogido por
un novillo, y EH lo salvó sujetando al animal por los cuernos, lo que le costó
un revolcón y una multa. En 1925, Ogden vuelve con Hemingway quien comienza a
perfilar el diseño de su obra Fiesta.
En sus cuartos Sanfermines,
Hemingway ha ganado dinero con sus primeras publicaciones y se permite algunas
alegrías gastronómicas. Sus platos
favoritos son las magras con tomate, el cordero al chilindrón y el ajoarriero
de “Casa Marcelino”. En este viaje lo acompaña Pauline Pfeiffer, rica heredera
que se convertiría en su segunda esposa el año siguiente. Los apuntes taurinos
que toma ese año engrosarán buena parte de Muerte
en la tarde que se publicará en 1932.
En julio de 1927, Fiesta era un éxito internacional, pero
a Pamplona no había llegado el eco puesto que hasta 1948 no se publicó en
España. Con su nueva esposa Pauline, Hemingway viaja a San Sebastián y Valencia
a seguir viendo toros; y no vuelve hasta 1929 porque el año anterior se ha
suicidado su padre.
Sus séptimos Sanfermines coinciden
con la proclamación de la II República. Hemingway continuará sus visitas a
España, pero a Pamplona no volvería hasta 1953. Junto a Mary Welsh, su cuarta
esposa, conoce al torero Antonio Ordóñez y se convierten en íntimos. El
escritor es ya un hombre maduro al que le molesta el ruido y la cantidad de
gente que hay por todas partes, hasta el punto de que se
aloja en un hotel de las afueras. Tras su premio Nobel, años después, lo tratan
como la celebridad en la que se ha convertido. Afirma que son los mejores días
de su vida, pero el 2 de julio de 1961, a los 62 años de edad, se descerraja un
disparo en la boca con una escopeta de caza. Su sepelio se celebró cinco días
después, el día de San Fermín.
(*) John Dos Passos (USA,
1896-1970). Guionista, periodista, poeta, novelista, representante de la
llamada “generación perdida”. De su obra
destacan Tres soldados (1922), Rocinante
vuelve al camino (23), Manhattan transfer (25) y Número uno (43)
Donald Ogden Stewart (USA, 1894-1980).
Guionista de prestigio. De sus más de 40 películas cito: Historias de Filadelfia (1940), Seis destinos (42), El prisionero de
Zenda (52), Tú y yo (57), y en 1975
La última noche de Boris Grushenko, dirigida por Woody Allen.
JOSÉ
RAMÓN TORRES GIL.
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