Wolfgang Amadeus Mozart (Salzburgo, 27 de enero
de 1756- Viena, 5 de diciembre de 1791.)
Considerado por muchos como el mayor genio musical de todos
los tiempos, Mozart compuso una obra original y poderosa que abarcó géneros tan
distintos como la ópera bufa, la música sacra y las sinfonías. El compositor
austriaco se hizo célebre no únicamente por sus extraordinarias dotes como
músico, sino también por su agitada biografía personal, marcada por la
rebeldía, las conspiraciones en su contra y su fallecimiento prematuro.
Hijo del violinista y compositor Leopold Mozart, Wolfgang
Amadeus fue un niño prodigio que a los cuatro años ya era capaz de interpretar
al clave melodías sencillas y de componer pequeñas piezas.
Leopold nunca descuidó la formación de su hijo, que tuvo los
mejores maestros de la época. La permeabilidad
de su carácter le facilitaba la asimilación de todos los estilos musicales. Siendo
todavía muy joven comenzó a componer en serio: minués, sonatas, sinfonías y más
tarde óperas; encargos medianamente bien pagados pero poco interesantes para
sus aspiraciones, sólo aceptados por la necesidad de ganar el dinero suficiente
para sobrevivir y dar conciertos por distintas ciudades.
Nunca quiso integrarse en las filas del
funcionariado cultural, pretendiendo sobrevivir sólo con su trabajo. Se dedicó
entonces a dar lecciones de piano y a componer sin descanso.
El 4 de agosto de 1782 se
casó con Constance Weber, afincándose en Viena, ciudad donde la carrera
de Mozart entró en su período de madurez. Las distintas corrientes de
su tiempo quedan sintetizadas en un todo homogéneo, que si por algo se
caracteriza es por su aparente tono ligero y simple, apariencia que oculta un
profundo conocimiento del alma humana.
Las obras maestras se sucedieron: en el
terreno escénico surgieron los singspieler El rapto del serrallo y La flauta mágica, partituras con la que sentó los cimientos de la futura ópera
alemana, (los singpieler son composiciones dramáticas y musicales alemanas de
tono folclórico y popular en la que un texto dialogado se escenifica alternando
con canciones, coros o piezas musicales extensas) y las tres óperas bufas
con libreto de Lorenzo Da Ponte, Las bodas de Fígaro, Don
Giovanni y Cosi fan tutte, en las que superó las
convenciones del género.
No
hay que olvidar la producción sinfónica de Mozart, en especial sus tres últimas
sinfonías, en las que anticipó algunas de las características del estilo de
Beethoven, ni sus siete últimos conciertos para piano y orquesta. O sus
cuartetos de cuerda, sus sonatas para piano o el inconcluso Requiem.
Todas sus obras de madurez son expresión de un mismo milagro.
Su
temprana muerte constituyó, sin duda, una de las pérdidas más dolorosas de la
historia de la música.
La Flauta Mágica
La Flauta
Mágica última opera de Wolfgang Amadeus Mozart, se estrenó en Viena el 30 de
septiembre de 1791, si bien Mozart no pudo asistir al gran triunfo popular de la más optimista y querida de sus composiciones,
debido a que su salud estaba ya muy deteriorada. Moriría el 5 de diciembre de
ese mismo año.
Esta ópera es sin duda
una de las creaciones más enigmáticas y fascinantes de todo el repertorio
operístico.
Representa no sólo la perfección en la carrera corta y genial
de Mozart, sino la síntesis universal de la variedad de géneros músico-teatrales
conocidos hasta la fecha. Y todo ello unido magistralmente en un cuento de
hadas que supera, como ninguna otra obra, las diferencias ancestrales entre la
música y el teatro.
Y como todo cuento bien escrito tiene diferentes lecturas, la
infantil o más obvia es el triunfo del bien sobre el mal; la más profunda es el
camino hacia la iluminación, el conocimiento del simbolismo masónico.
ARGUMENTO
Tamino, joven príncipe, va a caer en las
manos de la malvada Reina de la Noche, que le engatusará para ir en busca de su
hija Pamina ayudado del joven cazador de pájaros real, Papageno. Para la
cruzada, la Reina de la Noche regalará a Tamino un objeto mágico de
incalculable valor: La Flauta Mágica. Pamina se encuentra retenida en los
dominios de su padre, el Rey Sarastro, y es asediada por el sirviente de
este. Tamino se enamorará de la princesa y le pedirá al Rey Sarastro su
mano, que este le otorgará siempre y cuando supere tres pruebas. Con la ayuda
de Papageno, Pamina, su tesón y su valor, Tamino superará las pruebas
obteniendo así la gracia del monarca, que, sacándole de su error, le hará
comprender que la Reina de la Noche es malvada, y que el objetivo de retener a
Pamina en su palacio no era sino para cuidarla de ella. Papageno obtendrá por
su ayuda una suerte casi divina, encontrar una Papagena con la que poder
compartir su vida. Por su parte, Sarastro consigue derrotar de una vez a
la malvada Reina de la Noche, pues el bien siempre vence sobre el mal y la luz
sobre la oscuridad.
La flauta mágica no es sólo una parábola de la lucha entre el
bien y el mal, de lo ridículo y lo sublime, de elementos masculinos y femeninos,
es, sobre todo, una obra genial que reúne todas estas contradicciones
ensalzando el amor por la verdad, la solidaridad mutua, la justicia, la
fraternidad y la tolerancia.
Es en esencia una historia maravillosa con una música
maravillosa, en la que todos somos felices al ver el fácil triunfo de la luz la
y la verdad sobre el oscurantismo. En el fondo es la búsqueda de la felicidad.
Hoy os presentamos El Aria de la Reina de
la Noche, un aria dramática del segundo acto de La Flauta Mágica de
Mozart. El personaje fue escrito para una soprano de coloratura ya que las
filigranas vocales y las notas picadas que tiene que hacer son numerosas y prácticamente
una detrás de otra, por lo que se necesita una gran maestría en el canto y una
buena actriz, capaz de transmitir toda la violencia y agresividad del personaje.
Esperamos que sea de vuestro agrado.
Nuni Yáñez y José Ramón Vega
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