Artículo
publicado en la revista Muy Interesante
Sus
montañas son volcanes inactivos, existen placas tectónicas y su atmósfera es
tan delgada que apenas bloquea la incidencia del calor sobre la superficie.
Gracias
a las muchas imágenes tomadas por las sondas enviadas allí en las últimas
décadas, sabemos que Marte tiene
múltiples características geográficas interesantes. La más importante es
la gran diferencia que se observa entre sus hemisferios norte y sur: la
mayor parte de la mitad septentrional presenta una elevación más baja que la
meridional (hasta seis kilómetros menor). También tiene muchos menos cráteres de
impacto, y es mucho más suave y uniforme en todas partes. Por añadidura, la corteza
del hemisferio norte parece ser mucho más delgada que la del hemisferio sur. Si
bien los astrónomos no saben a ciencia cierta por qué se produce esta
dicotomía, involucra las tres fuerzas principales que han influido en la
naturaleza de la superficie marciana: vulcanismo, actividad tectónica e
impactos.
Algunas
de las características más llamativas de la superficie de Marte son sus
montañas, todas ellas volcanes inactivos.
El borde occidental del hemisferio sur contiene dos áreas diferentes, el
abultamiento de Tharsis y el complejo volcánico Elysium, cada
una con varios volcanes. La protuberancia de Tharsis cubre aproximadamente el
25% de la superficie del planeta y se eleva a
entre siete a diez kilómetros por encima de ella. Esto incluye el Monte Olimpo,
la montaña más grande del Sistema Solar.
Hasta
hace unos años, los científicos estaban seguros de que Marte no tenía placas
tectónicas como la Tierra. Luego se descubrió que, de hecho, sí operan
fuerzas tectónicas. No solo accidentes geográficos como los acantilados
escarpados y las paredes verticales de los cañones evidencian la existencia de
fallas en plena actividad, sino también el hecho de que los volcanes de Marte
se concentren en dos áreas diferentes.
El
enorme sistema de valles conocido como Valles Marineris es el más
profundo del Sistema Solar y ocupa una cuarta parte de la circunferencia del
planeta. También es un límite de placa, con movimiento horizontal. Con solo una
falla conocida, a diferencia de las muchas registradas en la Tierra,
algunos creen que el sistema tectónico de Marte es mucho más joven que el
nuestro.
Los
cráteres y cuencas de impacto son frecuentes en el hemisferio sur. La cuenca de
Hellas es la mayor de todas ellas, con 1800 kilómetros de diámetro. Se cree que
los socavones más grandes se remontan a un período de fuertes bombardeos, hace
unos 3800 millones de años. Muestran signos de erosión y también contienen
mucho regolito o depósitos de suelo. Los cráteres más pequeños son más jóvenes
y se parecen mucho a los de la Luna.
Marte
tiene muchos tipos diferentes de cráteres gracias a la erosión, los
depósitos y la actividad volcánica. También contienen mantas de eyección,
flujos que se forman en el suelo después de que un impacto derrite el hielo
debajo de la superficie del planeta, que normalmente se funde y se vuelve a
congelar de acuerdo con los cambios de temperatura. También hay casquetes en
los polos, cuya extensión cambia según las estaciones.
Debido
a que Marte tiene una inclinación similar a la terrestre, disfruta de cuatro
estaciones, más largas y de variada duración. Las temperaturas descienden
hasta los -143 ºC en los casquetes polares durante el invierno.
La
presión atmosférica en Marte es, como también se ha dicho antes, mucho más baja
que la de la Tierra y su atmósfera tan delgada que apenas bloquea la
incidencia del calor sobre la superficie. Hay nubes de hielo,
probablemente causadas cuando el viento levanta polvo; de hecho, una de las
características climáticas más importantes del planeta rojo son las tormentas
de polvo, que pueden durar hasta un mes.
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