La idea no solo era adecuada, la guerra de África se hacía insostenible tanto económicamente como en vidas de soldados españoles, sino totalmente necesaria. El General Dámaso Belenguer alto comisario de España en Marruecos y gran reorganizador de las fuerzas regulares en Melilla, clamaba por modificar la doctrina militar y adaptarla al sistema de combate de las Harkas (tribus locales) para frenar los continuos problemas que daban al Protectorado, siendo el máximo exponente el desastre de Annual a manos de Abd-el Krim, donde murió entre otros nuestro Comandante Benítez. Antes que él, desde que estaba en la Academia Militar de Toledo un joven alumno llamado José Millán Astray Terreros hacía campaña a favor de un cuerpo de ejército parecido a la Legión Extranjera Francesa. Después de volver de las Filipinas donde fue como voluntario para luchar contra los tagalos y que por su valor le concedieron la Cruz de la Orden Militar de María Cristina, estuvo un tiempo en Argelia estudiando el funcionamiento de la Legión Francesa. Cuando el Ministro de la Guerra, General José Villalba Riquelme manda por el real decreto antes expuesto fundar los Tercio de Extranjeros, germen de lo que más tarde sería La Legión, nombra al Teniente Coronel, Millán Astray, buen conocedor de las tierras africanas, tras haber luchado en la región desde 1912, máximo responsable de ella contando con la colaboración del entonces Comandante, Francisco Franco Bahamonde.
Millán-Astray
llegó a la conclusión de que España necesitaba un cuerpo de soldados
profesionales, no de reemplazo, con una moral y espíritu de cuerpo equiparable
a la Legión Francesa de acción rápida y polivalente. Podrían alistarse todo
aquel que lo deseara sin mirarle su hoja de servicios, ladrones, anarquistas
catalanes, nobles rusos desertores del régimen comunista y otros huidos de la
justicia son algunos de los hombres que nutrieron los primeros Tercios legionarios,
dice el himno del cuerpo:
Cada
uno será lo que quiera
nada
importa su vida anterior
pero
juntos formamos bandera
que
a la Legión da
el
más alto honor.
Millán-Astray
fue el encargado de dotar a la unidad de una
mística que sustentó sobre los pilares del Bushido de los samuráis japoneses
y de los míticos soldados de los Tercios
de Flandes, haciéndola temible para sus enemigos. Editó un libro denominado La
Legión una especie de catecismo que el legionario debería saberse de memoria y
donde quedaba plasmado el credo de la unidad: justicia, coraje, compasión,
respeto, honestidad, honor, lealtad, sufrimiento, disciplina, compañerismo,
amistad y aunque fuera del credo “el culto a la muerte”, el mayor honor de un
legionario es morir en combate. En todo acto ceremonial de la Legión se
incluirán los “tres vivas”, “viva el Rey”, “viva España” y “viva la Legión”, el
oficial al mando, gorrilla en mano izquierda y el brazo derecho extendido dirá
aquello de “gritad conmigo”….
El
bautizo de la Legión en combate fue el año 1925 en el desembarco de Alhucema,
al mando del General Primo de Rivera y con la colaboración de un contingente
francés dirigidos por el General Philippe Petáin, se consiguió poner fin a la
guerra del Rif. La Legión participó con tres banderas del Tercio al mando del
entonces coronel Francisco Franco quién por su actuación al frente de las
tropas fue ascendido a General de Brigada. El también General y más tarde Presidente de los Estados
Unidos de América Dwight Eisenhower, estando al frente de los ejércitos aliados
en la ll Guerra Mundial estudió a fondo la táctica empleada por los españoles
en Alhucema para trazar el plan del desembarco de Normandía.
Desde
el año 1923 la Legión tiene su emblema creado por el Capitán de Infantería D.
Justo Pardo Ibáñez tomando como referencia Los Tercios de Flandes, espejo donde
se miraba el fundador del cuerpo legionario. La descripción es una alabarda
sobre un arcabuz y una ballesta que forman una cruz de San Andrés, completando
el emblema, en el centro, la corona real.
Esta estuvo retirada del escudo desde el año 1931 con la proclamación de
la ll República hasta el año 1975 que se restauró la Monarquía.
Por
ir a tu lado a verte
mi
más leal compañera
me
hice novio de la muerte
la
estreché con lazos fuerte
y
su amor fue mi ¡Banderaaaaa!
Pepe J. Cueto
Enero
2021
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