Cuando uno conoce
a otra persona y descubre que hay algo común en el pasado de ambos, el interés por
comunicarse con ella fluye de inmediato.
Yo conocí a José
Luis en una comida de Amaduma, y mis sucesivos encuentros con él fueron
precisamente en otras comidas.
Creo que a los
dos nos agradó en todas las ocasiones sentarnos juntos y compartir un poco de
charla intrascendente. La primera vez supe que era Teniente Coronel de Estado
Mayor en la reserva, y abogado en ejercicio; y en los sucesivos encuentros fui
completando un retrato aproximado de su vida.
El hecho en común al que me referí al
principio fue su presencia en Ceuta como Teniente (hablo, claro es, de muchos
años atrás) en el Regimiento de Infantería 54 que se alojaba en el vetusto
caserón llamado Cuartel de la Reina; ahora,
convenientemente remozado, sede del Campus Universitario de la Ciudad Autónoma.
Supe, además, que en Ceuta conoció a la mujer, hija de militar, con la que se
casó, quiero recordar que en la Iglesia Parroquial de Los Remedios, la misma
que acogió mi boda años después.
Todo lo que cuento lo hago fiado a la
memoria, de modo que pido perdón por los errores y no trato de profundizar en
su vida después de Ceuta que fue variada como suele ser normal en los militares,
y de la que algunas cosas me contó. El hecho es que, una vez retirado de las
Armas, se acogió a su título de abogado para abrir bufete en Málaga, donde
Amaduma le brindó compañeros y ocasión de colaborar en la revista y en este
blog. Lo que sí añado es que cuando le pregunté si había vuelto a Ceuta alguna
vez, me contó (para mi sorpresa porque a Ceuta se la añora siempre, pero rara
vez se vuelve a ella) que en los últimos tiempos lo hacía con frecuencia porque
una de sus hijas había ganado plaza de Magistrado allí.
Hace bien poco
que compartimos mesa, pan y vino. Y nos despedimos con ese optimista “hasta la
próxima” que ya no será nunca porque su corazón lo ha impedido.
Aunque no
conozco a su familia, vaya para ella mi recuerdo y la sincera tristeza de quien
hubiera querido ser más amigo de José Luis de lo que pude ser.
En Málaga, a 16 de abril en cuarentena.
José Ramón Torres Gil
Descanse en Paz. Gracias por su recuerdo.
ResponderEliminarJosé Ramón, gracias por acercarnos un poco más a la persona de José Luis, de quien tod@s tenemos buenos recuerdos. Descanse en Paz.
ResponderEliminarEsperanza Liñán
Descanse en paz
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