21 septiembre 2015

AMISTAD, DIVINO TESORO.

  Hay momentos puntuales en la vida en los que una aprecia de forma muy intensa lo que significa la palabra amistad y también la generosidad. Precisamente, uno de esos momentos tuvo lugar el pasado viernes, día 18, en un acogedor salón de La Casa del Libro, con motivo de la presentación que nuestro filósofo y amigo Tomás Morales tuvo a bien hacer de mi novela “Frágiles certezas”, publicada el pasado mes de Mayo.

  
         Después de haberla leído y además releído, Tomás supo trasladar a las personas que nos acompañaban sus impresiones respecto al libro. Lo hizo con sabiduría y amenidad, analizando de forma profunda la trama y los personajes que la componen, pero sin “destripar” su contenido y mucho menos su desenlace. Su doble interpretación -desde el lado humano y también del filosófico-, me permitió a mí misma conocer algunos aspectos que yo no creí estaban implícitos en la novela y que él ha sabido captar a la perfección.

         Con sus preguntas, también hizo de periodista incisivo intentando aclarar aún más el origen y las circunstancias de este trabajo -que yo no considero así-, porque para mí constituye solo un “divertimento” que me permite ejercitar las neuronas. Y, además, fue excesivamente generoso con la que escribe, algo que aunque no merezco, no puedo por menos de agradecer.

         Resumiendo: resultó un encuentro además de agradable, enriquecedor y las personas que nos acompañaron disfrutaron y se alegraron de haber participado en él.

         Gracias a ti Tomás –siempre estoy en deuda contigo- y gracias a los amigos y también a los desconocidos que asistieron.

         Mayte


          

1 comentario:

  1. La amistad no tiene un techo. "Amistad" y "límite" son conceptos incompatibles. "Amistad limitada" y "límite amistoso" son conceptos contradictorios.

    ResponderEliminar

Por favor: Se ruega no utilizar palabras soeces ni insultos ni blasfemias, así todo irá sobre ruedas.
Reservado el derecho de admisión para comentarios.

Buscar