Estamos atravesando
un camino de adioses demasiado repetido en estos últimos meses. Rafael, María
Elena, Manolo. Alguno de estos compañeros se han ido, unos de improviso y si
explicación, y otros en un tiempo tan breve que apenas nos ha permitido asumirlo.

Andrés era una persona muy singular y lo sigue siendo, porque
mientras permanezca vivo en el recuerdo no se habrá ido.
Hombre de
fuerte carácter y duras convicciones, defensor a ultranza de sus ideas -siempre
en el margen izquierdo, siempre con los desfavorecidos-, escondía un alma
tierna que dejaba entrever en muchas ocasiones. Su mayor virtud: entrar por
derecho. Pensara lo que pensara, sostuviera lo que sostuviera, lo hacía con
firmeza, sin concesiones, pero de frente y con nobleza.
Tuvo la
magnífica idea de crear este blog y lo llevó durante largo tiempo con
inteligencia, que le sobraba, y buen tino. En este blog, precisamente,
mantuvimos un enfrentamiento por un artículo que yo publiqué y que le llegó al
núcleo más hondo de sus querencias: los sindicatos. Tras la virulenta llamarada
escrita, las aguas volvieron a su cauce y nunca más volvimos a recordarlo.
Adiós,
Andrés. No he querido verte deteriorado, ni decrecido, prefiero recordarte como
el hombre fuerte y cabal que fuiste. Si tu cenizas vuelven a la tierra, me
gustaría que dieras vida a un roble fuerte y erguido, al que como a ti, nunca
se pueda doblegar.
MAYTE TUDEA.
Reproduzco el mensaje de una amiga de Andrés y mía: "era tan grande que hasta necesitó dos corazones para dar abasto a tantos amigos como tenía"
ResponderEliminarTomás, tu artículo dedicado a Andrés es magnífico y hemos preferido reservarlo para la próxima revista. Así quedará en la memoria escrita de un modo más permanente. Gracias. Un abrazo,
ResponderEliminarMayte
Hoy llora el barrio del Perchel. Ha perdido a uno de sus hijos predilectos, Andrés Tello "El Perchalero". Siempre te recordaremos como el abanderado del tu querido barrio.
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