“Joder la marrana” no es
follarse a una cerda ni copular con una
judía conversa.
No es propio de desviados sexuales, de etnófobos,.. y nada
tiene que ver con la zoofilia,
“Marrana”, además de
significar “hembra del cerdo” también significa
“judeo-conversa”, “mujer sucia, desaseada, desaliñada, puerca, guarra,
asquerosa, grosera…”
Pero también significa “eje
de la noria o de las ruedas de un engranaje, de una máquina”.
Y “joder”, además de
significar “follar, copular, practicar el coito”, también significa “molestar,
fastidiar, dar la lata, incomodar, irritar,…”
Serrat cantaba: “niño, deja
ya de joder con la pelota”, que no quiere decir…… sino…… y nosotros también
usamos la frasecita muy a menudo y en muchas situaciones (“no me jodas”, que no
quiere decir…. sino….
Pero “joder” también
significa “estropear”, “irse al traste” (“se me ha jodido el coche”, o “ya
jodiste el tostador”) que no quiere decir que…. sino….
“Joder la marrana”, como
“estropear, hacer saltar el mecanismo, sacar las ruedas del engranaje,….” era
el método usado por los trabajadores en huelga, explotados,… de la revolución
industrial.
Vieron que la mejor manera de
reivindicar sus derechos laborales, económicos y sociales, de conseguir
ventajas,…era hacer más daño a los empresarios en lo que más les dolía, en los
instrumentos de producción de riqueza, era “estropear/averiar las máquinas,
para que dejaran de funcionar y, así, dejaran de producir, de generar riqueza.
Era un método agresivo
indirecto.
Se trataba de meter cuñas o
tornillos en las ruedas de las máquinas para que “saltaran”, se estropearan y
se pararan. Y todo de forma anónima.
P.D. Hoy sería más complicado
“joder la marrana”. El técnico informático podría detectar quién y cuándo
estaba manipulando la “máquina” en el momento de la avería, siendo posible la
denuncia del responsable del desaguisado; además de que ningún trabajador, en
las condiciones actuales, está por la labor de que su empresario cierre y él se
quede instalado en el paro, de manera discontinua o continua o permanente.
Las condiciones laborales
nunca han sido/ni son/ni serán las óptimas, pero mejor es “algo” que “nada”.
En tiempos de hambre los
mendrugos son blandos.
Tomás Morales Cañedo - Filósofo
Muy buena reflexión Tomás, de lo que deducimos que hoy en día, y a pesar de estar bien jo..., no podemos permitirnos ni siquiera "joder la marrana", sólo el socorrido pataleo. Mi enhorabuena por tus lúcidas palabras.
ResponderEliminarEsperanza.