Cuenta la leyenda que, en cierta
ocasión, a un tendero se le presentó un “genio”
disfrazado de humilde mendigo pidiéndole una limosna.
Soberbiamente éste le respondió:
Otro más pidiendo, ya van seis y nadie viene a darme nada. ¡Yo también tengo
mis necesidades…!
Y el “genio”, tomando forma de “divinidad tutelar”, le dijo:
- Pídeme lo que quieras y yo te
lo concederé.
¿Me darías dinero?
- Por supuesto, te daré 10
millones a cambio de tus piernas.
¿De que me serviría ese dinero si
no voy a poder moverme libremente?
- ¡Pues entonces te daré 20
millones a cambio de tus brazos!
¡Imposible!, no podría
alimentarme ni vestirme.
- Entonces te hago una última
oferta: ¡50 millones por tus ojos!
El tendero horrorizado le
respondió: ¡Basta ya!, ni por todo el dinero del mundo aceptaría dejar de ver
el día que amanece, a mi familia, a mis amigos y todo el mundo que me rodea.
- Ante tales negativas, el
“genio” le respondió:“¿Ves que fortuna tienes y no la aprecias?
(Recopilación de“Cuentos
y Leyendas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor: Se ruega no utilizar palabras soeces ni insultos ni blasfemias, así todo irá sobre ruedas.
Reservado el derecho de admisión para comentarios.