20 noviembre 2012

EXCURSIÓN A TIERRAS JIENENSES


 Málaga no tenía la luminosidad que le caracteriza, cuando un grupo de mayores  de la Universidad Malacitana salimos hacia tierras jiennenses. Eran casi las ocho del día nueve de noviembre y, en la ciudad y en  la autovía, la lluvia y los relámpagos fueron nuestros compañeros de viaje. Paramos a desayunar en Los Abades de Loja y, después de hacerlo muy bien, seguimos la ruta. Los llanos y los montículos de  olivares se difuminaban con la lluvia y la niebla. Con estos fenómenos atmosféricos adversos entramos en Úbeda por la Avenida de Cristo Rey.
Nos bajamos del autobús cerca de la Plaza Vázquez de Molina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003. Esta  plaza llena de edificios renacentistas, lleva el nombre de quien la mandó a construir; Juan Vázquez de Molina,    sobrino de Don Francisco de los Cobos, muy influyente en el reinado de Carlos I.  En ella pudimos contemplar: la iglesia de Santa María de los Reales Alcazares, edificada sobre una antigua mezquita; el Palacio del Marqués de Mancera, con la Torre del Tesoro, La Cárcel del Obispo del siglo XIX, hecha en consonancia con los demás edificio, el Palacio del Dean Ortega, construido por Andrés de Vandelvira, buscando la armonía de la plaza, el Antiguo Pósito, el Palacio de Vázquez de Molina o de las Cadenas, atribuido a este arquitecto, y la Sacra Capilla del Salvador, panteón de los Cobos, proyectada por Diego de Siloé que cedió los derechos a Andrés de Vandelvira y que lo dio a conocer . Bajo la cúpula se halla el retablo barroco de la Transfiguración de Cristo en el Monte Tabor, de Berruguete. La sacristía está en un edificio anejo a la capilla con una original entrada, bóvedas vaídas y esculturas representando todos los saberes de la humanidad.  
Acabada la visita a la plaza fuimos por calles empedradas hasta la  Plaza Primero de Mayo, antiguo  corazón de la ciudad. Allí se ubica la iglesia de San Pablo, quemada en la guerra entre Pedro el Cruel y Enrique de Trastámara y reedificada en estilo gótico En el centro de la plaza la escultura de San Juan de la Cruz, y enfrente el Antiguo Ayuntamiento, con las esculturas de los patronos de la ciudad, San Miguel y San Juan de la Cruz, y en un lateral, el Palacio del Conde de Guadiana estilo renacentista.        
Caminando llegamos a la Plaza de San Pedro con la iglesia del mismo nombre y una fuente que abastecía de agua a la ciudad. Por calles estrechas y adoquinadas, con edificios de piedra o de tonos beige y ocre, llegamos a la Plaza de Andalucía  hecha a extramuros de la antigua ciudad en la dictadura de Primo Rivera. En ella se encuentra la iglesia de la Santísima Trinidad con  la Torre del Reloj que marca el horario de Úbeda y  una escultura del general Leopoldo Soro que participó en el desembarco de Alhucemas.
Con bastante apetito llegamos al Museo Agrícola. Un restaurante adornado con profusión de aperos del campo, donde almorzamos  un calórico menú: migas, chorizo, morcilla, bacalao con pisto y patatas, regados con vino, y postre. Acabado el almuerzo, salimos hacia Baeza.
Al llegar a esta ciudad el autocar aparcó cerca de la Plaza del Populo o de los Leones, construida por Fernando III el Santo. Allí se encuentra; el edificio de las Antiguas Carnicerías, del siglo XVI, traslado piedra a piedra a ese enclave, la Escribanía Pública, de estilo plateresco, actualmente oficina de Turismo, En la planta de arriba la Audiencia  Civil, adosada al balcón donde se celebró la primera misa después de la Reconquista. En la  plaza también está ubicada la Puerta de Jaén y el arco de Villalar, y una fuente del siglo III d Cristo, procedente de la ciudad iberorromana de Cástulo. Tiene dos leones y dos bueyes y sobre una columna a la princesa Himilce, esposa de Aníbal.
Bajo la lluvia fuimos a la Plaza de Santa María donde se hallan  tres instituciones representativas de la ciudad; la Santa Iglesia Catedral, el Seminario de San Felipe Neri y las Casas Consistoriales. En el centro la plaza se alza la fuente renacentista de Santa María. Entramos en la Catedral y  admiramos además de sus capillas; el Altar Mayor, de techo  gótico tardío, la cúpula con una bella lámpara de cristal de la Granja, el Retablo Mayor dedicado al martirio, y el cuadro de Santa María a la que Machado dedicó un poema. Salimos por la Puerta del Perdón y nos dirigimos a la Plaza de la Santa Cruz en la que está enclavada la iglesia románica del mismo nombre, frente  a ella se alza el bello palacio renacentista de Jabalquinto y la  Antigua Universidad donde se encuentra el Instituto Santísima Trinidad. Entramos y vimos el claustro de doble arcada y nos sentamos en los bancos del Aula Magna (En el aula donde Antonio Machado impartía sus clases sentí una enorme emoción al leer un poema de su puño y letra) Por el Arco del Barbudo llegamos a la Plaza del Mercado, centro de la ciudad. Luego cogimos el autobús para ir  al Hotel Campos de Baeza y, una vez asignadas las habitaciones, fuimos en el bús al restaurante  la Góndola donde cenamos. Después regresamos al hotel.
Por la mañana tras desayunar en el bufet del hotel salimos rumbo a Jaén. Hacia buena temperatura y a ratos lucía el sol. Pasamos el Guadalquivir y por el camino las tierras rezumaban agua. Recostada en el Monte de Santa Catalina, Jaén nos esperaba.
Arribamos a la ciudad, cruce de caminos y capital de España en un periodo de la Historia, y entramos en la Iglesia de San José, antes convento de los Carmelitas Descalzos. Allí admiramos el retablo barroco que representa a los apóstoles y la talla de Jesús Nazareno también llamado “El Abuelo” que tiene una singular leyenda. Bajando hacia la Catedral, nos encontramos una torre de la muralla del siglo XV de  época cristiana, a su lado está el convento de Santa Teresa donde se guarda el manuscrito del  ”Cántico Espiritual” de San Juan de la Cruz.
Caminando llegamos a la Plaza Mayor. En esta plaza se encuentra el Ayuntamiento, el Palacio  Obispal y la fachada principal de la Catedral. La hermosa Catedral de la Anunciación fue concebida en el siglo XVI para sustituir a un templo gótico. Aunque tardó varios siglos en construirse,  se respetó la idea original. La fachada principal es barroca, con las esculturas de los cuatro evangelistas y los cuatro padres de la iglesia y está enmarcada por dos torres gemelas. Ya dentro de la Catedral subimos a  las Galerías Altas que  recorre el recinto. Por los balcones que hay en ella, se ve una extraordinaria panorámica del interior y del exterior. La Catedral tiene diecisiete capillas y en la Capilla Mayor se venera  la reliquia del Santo Rostro o de la Verónica  de gran devoción en la ciudad. La sillería del coro de madera de  nogal en estilo neoclásico. Vimos la Custodia de plata, primorosamente trabajada, que tiene ángeles, apóstoles y personajes bíblicos sosteniendo la imagen de Jesús Resucitado y entramos en la Sala Capitular con el retablo de la Asunción de la Virgen y, en la Sacristía, obra cumbre de Vandelvira, con sus ochenta columnas y en el centro el retablo de Alonso de Mena.
Tras hacer un nuevo recorrido visual por todo el templo  salimos al exterior y nos fuimos por las calles del Centro Antiguo a pasear o a tomar unos vinos. Al ir a coger el autobús, en la Plaza de San Francisco, detrás de la Catedral, vimos rodeada de naranjos una escultura de Andrés de Vandelvira. Es el homenaje a este gran arquitecto renacentista, que con sus obras ha dado fama a Jaén y su provincia.
Almorzamos bien en el restaurante “El Gambero” y, a las cuatro y media, con el cielo luminoso y un ligero airecillo, tomamos el camino hacia nuestra ciudad. Málaga nos acogió  con una buena temperatura. Nos despedimos de nuestros compañeros hasta la próxima, esperando, que no nos llueva tanto.   


Amalia Díaz


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