27 marzo 2012

MICRORELATOS

Nº . 1
El Yate está en el puerto, cubro mi cabeza con un gran sombrero y subo a él. En la lejanía, Montecarlo se va viendo a lo lejos, el principe me está esperando.


Cuando me voy a bajar, noto un fuerte golpe en la cabeza. Me despierto y, ¡Oh! Me encuentro tendida en el suelo al lado de mi humilde cama, ¡Y, tengo un gran chichón en la cabeza!





Nº . 2
Hoy he cubierto el espejo que me acussa cada día, que si tengo papada, dentadura postiza, que estoy gordita y culona, con las piernas torcidas... Más yo le digo con guasa mirando a mí alrededor.

No te apures vida mía, ¡que tú, eres la mejor!.




Mª Eugenia


1 comentario:

  1. ¡Claro que sí¡. Yo siempre lo he dicho. La culpa es de los espejos, que deforman, por envidia, mi fantástico "ego"

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